Tú y yo somos dos puntos perdidos allá en los horizontes de la vida; donde se juntan los sueños producto de la fantasía y la magia… dos puntos de luz que sirven de faro a mi sencilla barca que se deja navegar por las miradas de tus ojos. Son la estrella polar de la noche y el alba de cada día lo que me hace ser poeta de las esquinas de mi barrio; apoyado, con el papel en la mano, en la farola donde enciendo mis cigarrillos para darte a entender que soy vigía de tus besos. En las albas encuentro materiales suficientes para siempre existir dentro de tu corazón: una humilde servilleta encontrada en el bar, muy lejos de los matarifes de la libertad. Yo soy así. Un bohemio que nació en la frontera…