¿Fue amor? ¿O fue que me sentí halagada en un particular y delicado momento de mi vida? Todavía hoy no sé la respuesta.
Lo atrayente para mí no era tu físico, ni tu simpatía encubridora de pesares que nunca me contaste, ni tu rapidez de reacción, que siempre me dejaba en inferioridad de condiciones en cualquier charla, fuese o no banal.
Puede que fuera tu música, ese piano que habías aprendido a tocar de muy niño y en el que volcabas, creo, muchas frustraciones, muchas soledades, el desamor que hasta entonces había regido tu vida. Puede que fuera lo que te rodeaba, aquello que tú habías construido poco a poco, a veces con tus propias manos. Los árboles que habías plantado, los rincones de tu jardín. Puede que fuera, incluso, aquellos pequeños lapsus en que incurrías, de los que yo tomaba nota mental para luego extrañarme a solas y enternecerme.
Ni tú sabrás bien de mí ni yo sé bien de ti. Puede que sientas las mismas dudas que yo. Lo que tiene que ser, es. Lo demás perteneció al fabuloso mundo de la imaginación. Me alegraría saber que hoy eres feliz…
Saludos:
Quizá este “tu sentir” sea como la propia levedad de los sentimientos. En ocasiones nos quedamos en mitad de la certidumbre. ¿Quizá un recuerdo? Saludos.
Duro tema este…y de difícil solución.Sólo vosotros sabréis lo que habéis vivido,pero lo importante es que seas TU la que esté feliz.
Muchos besos wapa.
Fue amor Carlota. Seguro. Y seguro que ese sentimientos se repite varias veces en la vida de un ser humano, Eso es parte de las relativas felicidades de nuestras vidas.