“El Australiano” y otros tipos raros.

La verdad es que en la mili (Servicio Militar Obligatorio) había tipos curiosos y otros a los que les daba por tener manías. Una de de las manías de Manolo era que yo le presentara a mi novia para que él la pudiera dar un beso (en la cara por supuesto) y, para chantajearme, me presentó a la suya, un día que regresábamos al campamento en los autocares militares, y me dejó que la besara. Cuando pidió que yo hiciese lo mismo con la mía sólo me entró la risa. Por algo tan inocente y tan sin importancia, Manolo cogió un cabreo de “aquí te espero” hasta el punto de que dejó de tener amistad conmigo y no hacía más que repetirme que, por culpa de la frustración que le había entrado por no conocer a mi Princesa, se iba a “liar la manta a la cabeza” y que, para superar el trauma, se iba a marchar muy lejos; tan lejos como Australia. De lo desesperado que estaba le entró la manía de irse a trabajar aunque fuese de “canguro” a la ciudad de Sidney, por ejemplo; pero que estaba dispuesto a hacer lo que fuera (no sí si aceptaría lo de ser mamporrero) con tal de irse a las antípodas y perderme de vista a pesar de que habíamos sido grandes amigos. Cosas raras de la mili y de algunos que no saben que una novia es un tesoro privado. De “El Rubio” sólo sé que se quiso abrir las venas y de “El Vilalba” solamente que tenía continuamente sabañones en las orejas.

2 comentarios sobre ““El Australiano” y otros tipos raros.”

  1. Fe de Erratas.- El final debe ser así: “De “El Rubio” sólo sé que se quiso abrir las venas y de “El Villalba” solamente que tenía continuamente sabañones en las orejas”. (Así que no es “El Vilalba” sino “El Villalba”

Deja una respuesta