Europa es un bosque optimista. Todo tiende a una igualdad, a una unidad, a un sentido de hermanamiento…que en su Bosque del Optimismo Francia ha roto. Pero los niós aprenden muy pronto a decir No, y sus razones, muchas veces son las propias del No (las no razones). ¿Qué haremos hora ante el dilema? Nos sorprendemos de lo mucho que todavía queda flotando en el aire de los largos viajes del Papa ausente. Europa se acerca hacia otra primavera y Roma calla. Sólo Francia se aleja del acuerdo de los demás y dice no, rompiendo así el gorjeo de sus pájaros, pobladores del Bosque del Optimismo. ¿Deberemos decir más veces No?
Un comentario sobre “El bosque del Optimismo”
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La Dulce Francia se ha convertido en el Agrio Lobo que amenaza con comerse a las humildes caperucitas rojas del Bosque Feliz de la Europa… amigo Grekosay… ¿será que tendremos que decir no en alguna ocasión de incertidumbres creadas o será que los franceses no quieren claudicar de su eterna manía chauvinista de ser siempre los personajes más gesticuladores de la Comedia Humana?. A mi me parece que los “galos” están estirando esta vez demasidado de la soga… y Roma no quiere pelear más veces con Astérix mientras los de la flema de las Islas contemplan el paisaje con la mirada puesta en su sir de turno…