Cuando en la Edad Media aún no existía un corpus de psicología…profundizaron en un arte que denominaron Astrología. No tiene nada que ver con nuestros horóscopos, o la “dicha de que nos pase algo a nosot
ros…solo, solitos”. La mente humana es la regente del universo. Podemos hacer de los osos del café un arte del mañana. Creer o no creer es cuestión de Deseo, ¿quién no desea saber algo más de lo que ya conocemos? Echando mano de esos horóscopos…descubro una muy mala sotuación para el mundo, en este otoño Caliente. ¡No me asombro! Lo habitual va a ser tener constancia de que está suciendo siempre algo que nos “inquieta” y que nos hace perder el sosiego. El horóscopo da mucho valor aquienes ejercen el poder con vigor y firmeza. Está claro que “al perro flaco todo son pulgas”.
El Vaticano, cierra amarras emn favor de un imperio lleno de claridad y de arrogante altaneria. Sus peregrinas ideas convierten a cualquier creyente en el más tímido de los que se toman uan cerveza en el bar…porque se larga mucho sobre lo que el Imperio del Birrete va preparando. se me antoja horrible el que ahora dejemos de comer pollo…porque viene la grupe aviar. Dentro de poco, con Bush como inminente virus, es probable que dejemos de merendar pan con chocolate o que necesitemos inflarnos a patatas fritas….La conclusión de todo esto es que…los horóscopos, por inciertos que sean, siempre nos sitúan en una posibilidad: y en ocasiones ocurre.
Un comentario sobre “El canto de los horóscopos”
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Creer o no creer a veces no tiene tanta importancia, amigo… simplemente que los horóscopos del mundo se tranforman en varias realidades. Y todo es ya posible, grekosay, todo es ya posible.