Entre Rios y montañas.
Bosques y senderos.
En cualquier lugar
de la Madre Tierra
Vive tu espíritu
Indómito, indestructible

Kiowa, valiente y fiero guerrero,
Hombre del frio, del norte.
De corazón grande y noble,
De la Madre Tierra
Extraes solo lo necesario.

El agua de los ríos es para ti
Como la corriente sanguínea De la Tierra,
alimento de todo ser viviente que te acompaña.
El hermano caballo,
El hermano lobo,
El oso, el bisonte
Y todos los animales
Con los que compartes,
en eterna armonía
E infinita conexión.

Tus ritos ancestrales,
Todas estas cosas que te hicieron
Ser único en la tierra.
Te las quisimos robar,
Destruir, asolar , devastar.

El hombre blanco no entendía
Vuestro corazón,
Vuestro amor a los regalos
Que la madre Naturaleza
Os daba a diario.

Acabar con vuestro pueblo
Decidieron un día.
Guerras encarnizadas,
Sangrientas, demoledoras,
Arrasaron vuestros poblados,
Relegándoos al olvido.
Mas no pudo con tu orgullo.
Más vuestra esencia, vuestro espíritu
Perdurará a través de los siglos.

Dejasteis una herencia
Unos pensamientos ,
De los que debemos aprender.
El amor a la Madre Naturaleza
Y a todo aquello que a ella pertenece.

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El espíritu de Oso Blanco
Kiowa 1820-1878)

“Amo recorrer las praderas.
Entonces me siento libre y soy feliz.
Si tuviéramos que vivir en casas,
palideceríamos y moriríamos”.