Ya me lo habian dicho ya; en el mapa oficial de carreteras no aparecía, ¡oh !que pueblo más bonito. Había logrado llegar a Tardesbuenas de la Tarde.
¡ Caballero ! He sabido que en este pueblo vive un interesante anciano llamado
Kieraskwando, ¿Puede decirme donde?
Sí, ahora camine hacia allí y verá un portón de madera, con un poema inscrito, pues esa es la casa que busca.
Bien Gracias señor …:
” Abrí la puerta, la puerta se abrió…
¿ y el interruptor ? …
la luz se encenció.
La ventana abierta
la cabeza asomé.
¡ La mirada salió, avistó;
A un lado el valle
¿ y al otro ?
También un valle.
Abajo el camino,
para ir, para venir,
para reposar también.
¿Y arriba?
¡ Nubes !
Se pone a llover …
Ahora toca la despedida,
antes de irte, la despedida
por la puerta la salida
¿ por donde ?
por el camino de ida.
¿ Y la lectura ? ¿ Se fué?
Sí, pero el poema siempre queda.