El mayor Pánfilo de la Historia (El Chivatazo)

El mayor y más ilustre Pánfilo de la Historia Humana fue el militar y conquistador español llamado Pánfilo de Narváez; el cual nació en la ciudad de Navalmanzano hacia el año 1470 después de Jesucristo y que encontró la muerte en Florida en 1528. Este Pánfilo fue nombrado Adelantado y Gobernador de La Florida cuando ésta formaba parte del Imperio Español.

Se ha discutido mucho sobre el lugar de nacimiento de este Pánfilo. Discusión que se alrgó por muchos siglos y es por eso por lo que todavía no están totalmente de acuerdo los discutidores de siempre (los “quisquillosos” que se pasan todo el santo día buscando “gresca” sólo por pura impotencia ya que son incapaces de saber lo que es un verdadero Conquistador español.

Algunos de estos “mequetreces” chupatintas dicen que nació en Navalmanzano (de la provincia de Segovia) y otros defienden la idea de que nació en la ciudad de Valladolid. En el siglo XVII, el famoso cronista de Indias, llamado Antonio de Herrera y Tordesillas escribió en sus “Décadas” que este tal Pánfilo de Narváez nació en las Tierras segovianas de Cuéllar, más exactamente en la citada localidad de Navalmanzano, porque señala que allí se encuentran muchos hidalgos con este apellido. Para ello acudió a los conocimientos de Diego Velázquez que era de Cuéllar. Parece, por lo tanto, que ésta es la opción más acertada. Ahora bien, uno de los pocos que afirma que nació en la ciudad de Valladolid este famoso Pánfilo, es, ni más ni menos, que el también famoso cronista de Indias Bernal Díaz del Castillo, alegando que allí también hay muchos vecinos que tienen el apellido Narváez. Por otro lado se ha investigado y descubierto que María de Narváez (de Navalmanzano con toda seguridad la citada señora) era hermana de Pánfilo y que un tal Rodrigo Velázquez (de Cuéllar con total certeza) era pariente de Pánfilo. Por si fuera poco el tremendo lío sobre la cuestión del lugar de nacimiento del mayor y más ilustre Pánfilo de la Historia, Jacobo de la Pezuela afirmó que era originario de Cuéllar mismo y no de Navalmanzano.

Dejando estas discusiones “bizantinas” aparte (que tanto gustan a los “cotillas” que no tienen otra cosa que hacer para perder su tiempo, el caso es que el mayor y más ilustre Pánfilo de la Historia Humana estuvo en el Mar Caribe (y no se lo comieron los caribes porque les supo dar la cara y enfrentarles con valor y arrojo español y a mucha honra lo digo), sirviendo en Jamaica a las órdenes de Juan Esquivel. Para más datos informo que en 1509 fue ascendido a lugarteniente del gobernador general de Cuba, un tal Diego de Velázquez (que está demostrado que era de Cuéllar) y con éste fue muy activo en la Conquista de la isla cubana.

La leyenda negra antiespañola infló sus difamaciones diciendo que se hizo famoso por sus numerosos e inhumanos atropellos y, para ello, los que odian todo lo que sea español destacan la “Matanza de Caonao”, un pueblo situado en el centro de Cuba. ¿Fue verdad o mentira esta matanza?. Los que dicen que sí (y que no se cortan un pelo a la hora de engrandecer los números con tal de perjudicar a los españoles) afirman que él y sus hombres masacraron a cientos de indígenas que se habían acercado con alimentos a recibirlos. Yo, desde luego, pongo en duda que esto sea cierto sino invento de los envidiosos ingleses de aquella época. El caso es que aseguran (pero les crece la nariz más que a Pinocho) que el inexplicable suceso de este ilustre Pánfilo y sus hombres fue que atacaron a los atónitos indios (sigo sin creerme esta historieta del todo) y que quedó retratado por un testigo de la escena (totalmente falso porque entonces no se había inventado la máquina fotográfica). Este falso y “judas” fue un sacerdote español llamado Baretolomé de las Casas (mejor no ahondar mucho en el tema de este sacerdote que se las daba de “santurrón” y que fue uno de los culpables de que los envidiosos ingleses escribieran la ya maloliente Leyenda Negra Antiespañola) el cual dice que él, junto con Juan de Grijalva y el famoso Pánfilo llevaron a cabo expediciones que les llevaron hasta el extremo más occidental de la isla en 1514. !En qué quedamos fray Bartolomé de las Narices!. !Pánfilo de Narváez era de los buenos o de los malos!. ¿Y qué hacía usted andando entonces con tales compañías si eran tan malos como escribe en sus panfletos antiespañoles?.

Hubo una anécdota curiosa que voy a citar ahora. Ocurre que en 1518, el famoso Hernán Cortés (¿bueno o malo señores historiadores ingleses este tal Hernán Cortés?), desobedeciendo los mandatos del gobernador Velázquez, se embarcó rumbo a México y que éste, muy enojado (seguro que los historiadores ingleses también “hincharon” a su gusto esta historieta con tal de engrandecer la Leyenda Negra Antiespañola) envió a Pánfilo en su seguimiento con la orden de capturarlo vivo o muerto. ¿También era entonces malo Velázquez o era bueno y el malo era Hernán Cortés?. El caso es que la Leyenda Negra hizo tales atropellos con los españoles que ni ellos mismos se lo creen en la actualidad pues la verdad es que es un montón de imaginaciones neuróticas de algunos neuróticos historiadores ingleses que sí que ocultan los follones que armaron los ingleses en América del Norte contra los indios a los que estuvieron a punto de hacer desaparecer definitivamente de la faz de la Tierra ¿Qué tenéis ahora que decir, famosos historiadores ingleses de la porra?. ¿A que de eso no se quieren acordar, señores historiadores ingleses?).

!Pues más jaleo aún!. Leed por favor: que resulta que hecho prisionero en la Nueva España (supongo que se refieren los hipócritas historiadores ingleses antiespañoles a Hernán Cortés y no a Pánfilo), tras el desembarco de éste último en Veracruz (luego deben referirse a Hernán Cortés) sigue la falsa Leyenda Negra Antiespañola diciendo que sobrevino un período de luchas (el número de luchas no se atreven a citar porque mienten más que escriben) en las cuales muchos de los hombres que acompañaban a Pánfilo se pasaron a las filas de Cortés (!venga ya, señores historiadores ingleses, a otro tonto con esos cuentos!) y entre ellos osan nombrar a un tal Sancho de Barahona apodado “El Viejo” a pesar de que era bastante joven (para que veáis que los envidiosos historiadores ingleses de aquella época mentían más que escribían) y que éste era un extremeño (pero no se atreven decir de dónde exactamente con lo cual siguen jugando a “marear la perdiz”) ¿Era cacereño o era pacense el tal Sancho de Barahona?. ¿Y si era cacereño era de la ciudad de Cáceres o de algún pueblo de la provincia?. ¿Y si era pacense era de la ciudad de Badajoz o había nacido por ejemplo en Mérida o Don Benito?. !No tenéis ni idea, so listorros!.

Se atreven a asegurar que el citado Barahona era un antepasado de Manuel José Arce, primer prsidente de Centroamérica. !Toma ya envidiosos!. España tuvo ni más ni menos que al primer presdiente de toda Centoamérica… !para que os vayáis a tomar birras de cerveza a vuestros antros, listorros, que no sabéis más que bebe cerveza tras cerveza pero de la Historia entendéis menos que mi tío Cruz, un sencillo pastor de ovejas que bastante tuvo que soportar a Benito y, sin embargo, siempre sabía sonreír cudo me veía y me daba cariñosos besos!.

Volvamos con el Pánfilo. Se dicen (bueno eso dicen los historiadores ingleses) que Pánfilo Narváez fue derrotado en Zempoala (Veracruz), el 24 de mayo de 1520. ¿Qué sabrán los historiadores ingleses de la porra lo que es Veracruz y menos aú lo que es Zempoala?. Y quien es el listorro que afirma que fue exactamente el 24 de mayo de 1520. Vamos a ver. Si sois tan listos por qué no nos decís la hora, el minuto y el segundo exacto en que afirmáis que fue herido con una lanza en un ojo por el piquero Pedro Sánzhez Farfán, soldado de Cortés, y que al quedar tuerto fue hecho prisionero y trasladado a la Villa Rica de la Vera Cruz, donde estuvo cerca de dos años.

Vamos por parte sabihondos ingleses. Primero: ¿sabéis vosotros de verdad lo que es un piquero o lo decís a lo tontún para aparentar que sabéis mucho?. En segundo lugar: ¿cómo sabéis que se llamaba Pedro y no Pero que es mucho más exacto para aquella época?. Y en tercer lugar ¿qué ojo fue: el derecho o el izquierdo?. !Pero si es que no tenéis ni repajolera idea de lo que escribís!. ¿Así que estuvo cerca de dos años?. !No nos sirve el dato para nada!. Decir “cerca de” no nos sirve porque no es un dato concreto. Queremos saber exactamente (pero exactamente ya que sois tan sabios)cuánto tiempo estuvo nuestro Pánfilo más ilustre de la Historia Humana prisionero en la Villa Rica de la Vera Cruz (y mira que complicáis la existencia pues s ed ebe decir Villarica de Veracruz para ser más llanos y directos… que os pasáis la vida entera complicando nombres par aaprentar sabiduría y tal y tal y tal). !Y nada de decir cerca de dos años!. !Queremos saber el tiempo exacto que estuvo Pánfilo prisionero en Veracruz y si no los sabéis, listorros historiadores ingleses calald la boca y no escribáis tantas sandeces antiespañolas!.

Nuestro glorioso Pánfilo (!y esto si que produce envidia a los ingleses!) fue ni más ni menos que Gobernador de La Florida, comisionado por el Rey Carlos I de Espana (y no Carlos V como escribís con tal de querer tener siempre la razón) para conquistar La Florida con el título de Adelantado (para que veáis que estaba más adelantado que vuestro siniestro Drake del que tanto fardáis y no era más que un simple pirata y además negrero) además del título de Gobernador de todas las tierras que descubriese desde el río de las Palmas hasta los confines de la citada península. !Toma del frasco William!.

Fue tan valiente y tan hombre de verdad que aquí va otra anécdota de su vida (y olvidemos ya a los listorros ingleses de la Leyenda Negra Antiespañola que ya pasamos de ellos “a tope”: se hizo a la mar en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), el 17 d ejunio de 1527 al frente de una flota de cinco navío y seiscientos hombres (los extranjeros que quieran saber exactamente cual es el lugar geográfico en donde se encuentra Sanlúcar de Barramedsa que se compren un mapa de Andalucía que para eso están en los quioscos y las librerias). En Cuba (donde se habla español para envidia de los ingleses que se mueren de envidia por esta causa), fueron sorprendidos por tormentas y deserciones que debilitaron la expedición pero fueron capaces de soportar y superar estos problemones (cosa que no hacían los “famoso” piratas ingleses que en cuanto caían cuatro gotas se iban rápidos a refugiarse a las islas caribeñas de puro “canguelo” que les entraba que hasta les olían los calzones) fueron capaces de arribar a las costas de La Florida (que todavía existe con nombre español y toma otra vez del frasco William) en abril de 1528. No importa el día exacto pero sabemos que fueron capaces.

Narváez desembarcó con trescientos de sus hombres, envió a sus barcos a un puerto conocido por sus pilotos cerca del río de Las Palmas y se internó en territorio de nativos hostiles en busca de oro. Cerca de la bahía de Tampa, el capitán español se hizo amigo de un cacique llamado Hirrihigua, al que posteriormente cortó la nariz. Mandó que a la madre del cacique la despedazaran y se la comieran los perros. Después zarpó y navegó al norte de la Florida. !Seguís mintiendo como bellacos, envidiosos de los españoles, y llenando de porquería vuestra famosa Leyenda Negra Antiespañola… !a que me enfado y cuento las barbaridades que cometisteis vosotros con los apaches, los siux, los cheroquees, los navajos y otro montón de pueblos y trbus indias de Norteamérica y os dejo más callados que la estatua de Don Pelayo de la Plaza de Oriente de Madrid so listos que no sois más que unos listos aprovechadores de gentes tan ingenuas como los turistas japoneses!.

Después de la salida del capitán, llegó procedente de Cuba una patrulla española en busca de él. El cacique Hirrihigua logró con malas artes (para que os enteréis de que todos los indios no eran tan buenos como escribía el “santurrón” Bartolomé de Las Casas que se pasaba ya de listo y de santurrón y no era más que un traidor a su Madre patria) que cuatro miembros de la tripulación patrullera desembarcaran allí, y los capturó. Los españoles restantes huyeron, pero Hirrihigua tenía cuatro prisioneros con los que podía tramar su venganza.

Un día de fiesta hizo desnudar a los españoles, y luego mandó que corrieran, uno por uno, alrededor de la plaza de la aldea. Los indios les lanzaron flechas que se les quedaron clavadas en el cuerpo, pero evitaron herirlos en órganos vitales. Así dieron muerte de una manera lenta y tortuosa a tres de los españoles.¿Que tienes que decir ahora, santurrón de las casas que no eras más que un “trotaconventos” y un “cotilla” metido a frailón que no hacía más que fisgonear por aquí y por allá diciendo una enorme de sartas de mentiras sobre la bondad de todos los indios. !Una M señor De las Casas!. !Una M eso de que todos los indios eran buenos!.

Narváez no encontró grandes riquezas, y cansado de luchar contra los nativos, hizo construir cinco canoas en las que descendió de tierra adentro hasta el mar. Siguiendo la costa hacia occidente, intentó llegar hasta México, pero sorprendidas las frágiles embarcaciones por una gran tormenta, muy cerca del delta del río Misisipi, Narváez y la mayoría de sus acompañantes perecieron ahogados.

Del naufragio sobrevivieron cuatro hombres, Álvar Núñez Cabeza de Vaca, Alonso del Castillo Maldonado, Andrés Dorantes de Carranza y un esclavo bereber llamado Esteban (Estebanico), que probablemente fue la primera persona nacida en África que llegó a lo que hoy son los Estados Unidos.

Álvar Núñez Cabeza de Vaca escribió una narración titulada “Naufragios y Comentarios” en la cual describe sus vivencias y las de sus tres compañeros, quienes atravesaron a pie y durante ocho años el suroeste de los Estados Unidos y norte de México hasta llegar a Culiacán, en Sinaloa, lugar en donde encontraron una villa española.

Curiosidades para terminar: Cuando fue derrotado por el ejército de Cortés en Veracruz, se le perdonó la vida, y, en contra de los usos de la guerra en tierras extranjeras, no le ahorcaron, sino que lo encarcelaron. Tan mal quedó Pánfilo de Narváez después de aquel suceso, que los conquistadores, cuando querían burlarse de alguien calmoso y bobalicón, le llamaban pánfilo, y esta expresión ha llegado hasta nuestros días. No obstante, Pánfilo también significa “el que todo lo ama” (‘pan’ todo, ‘filo’ amor), por lo que no queda tan claro que sólo Narváez sea el responsable del caracer burlón del término.

!Y ahora váis y seguís inflando la famosa Leyenda Negra Antiespañola so listos!. Aquí queda esto para la Historia…

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