El origen ancestral de La Cibeles.

En el pleno Madrid de las modernidades sigue luciendo, muy cerca de la Puerta de Alcalá, la maravillosa estatua de Cibeles con sus leones y sus surtidores de agua. Allí los turistas no paran de sacar fotografías y cuando los fanáticos seguidores del Real Madrid consiguen un título importante (al igual que hacen los del Atleti con el cercano Neptuno) celebran junto a ella sus más sensuales festejos. Pero ¿dónde surgió La Cibeles?. ¿Cuál es su origen más remoto?.

Para encontrarlo hay que remontarse nada más y nada menos que a la época arcaica de los cretenses minoicos. Es a partir del segundo milenio (entre el segundo milenio y el primero) antes de Cristo cuando los cretenses de la época minoica (la más antigua de la Grecia) situaban los santuarios de sus diosas en las cimas de montañas como Petsofá cerca de Palaicastro, el Yuktas y la acrópolis de Maza. En los tres casos sobre la cima se construía un cercado en forma de terrazas para prohibir el paso a los no invitados a la fiesta ya que eran territorios prohibidos. El suelo se llenaba de cenizas y allí se ofrendaban figurillas de terracota, animales vivos y hasta miembros humanos.



Allí se adoraba a Maza, la Diosa de la Naturaleza, que es el primer nombre que se le dio a la que hoy conocemos como Cibeles. Se celebraban Grandes Fuegos (orígenes curiosos de los Fuegos de San Juan y sus hogueras) para que la Diosa Maza (Cibeles) protegiera a los hombres y a los ganados de las enfermedades y la muerte. En Daidala de Platea y en Laphria de Patras se iniciaron estos Fuegos que luego pasaron a llamarse de San Juan.

Esta Diosa pronto fue nominada como la Señora de la Montaña y la Señora de las Fieras con el nombre ya de Cibeles. Y se la representó erguida y resplandeciente agrrando a leones por sus melenas (las fieras sometidas a su poder) y abrazando ciervos o corderos en un gesto protector y dominante a la vez. Estas representaciones fueron recogidas en la alfarería arcaica y hoy se conocen, por ejemplo, un ánfora de Tebas y un marfil de Esmirna donde se registra la poderosa figura de Cibeles.

El nombre de Señora de las Fieras dado a Cibeles aparece escrito en la famosa Ilíada (bajo Artemisa o Diana la cazadora). Y en la Teogonía de Hesíodo aparece nominada como diosa universal dominadora del cielo, la tierra y el mar con el nombre de Hécate.

Cuando se impuso definitivamente el nombre de Cibeles se la representó rodeada de ninfas, cazando en los montes o velando el apareamiento de los animales salvajes. Y de ella surgieron otros nombres como Britomartis (la Dulce Virgen prehelénica), Dyctinna (la Dama de la Montaña en Ticné) y Afrodita (Dama de las Fieras en la mitología de la posterior Grecia Clásica).

Y como era de esperar, pronto surgieron dioses y héroes legendarios que lucharon por ser nombrados Señores de las Fieras, compañeros de Cibeles. Pero ninguno de ellos ha podido ser verificado como el único y verdadero pues se sigue dudando sobre si fue Hermes, Apolo, Hércules o Dioniso.

Las leyendas mitológicas de Cibeles se extendieron por Creta a través de fiestas llenas de orgías y ritos extáticos y a través de toda Tracia y el Asia Menor como parte de la religión dionisíaca donde aparecen ya simbolos fálicos, diasparagmas báquicos y toda una homofagia litúrgica.

Fue en la esplendorosa civilización de la Atenas del siglo VI anterior a Cristo cuando Cibeles tuvo su máximo renombre universal y se la conoció definitivamente como La Gran Madre de los Dioses.

Ahora, en el Madrid donde arranca el Paseo de la Castellana, su estatua es fotografiada diariamente por miles de turistas que pasan a contemplarla y registrarla en su memoria a través de la consabida fotografía turística.

6 comentarios sobre “El origen ancestral de La Cibeles.”

  1. Un secreto a voces, Carlota. Yo también soy simpatizante del Atleti (donde jugué en sus categorías infantiles y juveniles) aunque soy del Athetic de Bilbao. Totalmente de acuerdo contigo. El brazo de una “diosa” debe ser respetado.

  2. Amiga Carlota: es que hay diversas fuentes diferentes sobre los orígenes remotos de Cibeles. Yo he narrado uno de ellos. En cuanto a lo de los fanáticos del Real Madrid con La Cibeles (como los del Atleti con Neptuno) es cierto que producen trastornos… y es que están realmente trastornados.

  3. Que conste que yo no soy muy forofa del Atleti, sólo un poco de lejos. Lo de que nos han costado caras las celebraciones del Madrid iba por lo de haberle arrancado el brazo a la Cibeles.
    A Neptuno, por ahora, no le han arrancado nada, que yo sepa. Si no, diré lo mismo, que puede uno celebrar las cosas sin estropicios.

  4. Tenía entendido que el nombre la diosa minoica es Rea (madre de Zeus), siendo Cibeles el nombre de la diosa frigia (antigua comarca del Asia Menor). Pero bueno, me lío mucho con la mitología, no soy aficionada.
    Por cierto, los festejos de los madridistas nos han costado caros alguna vez a los madrileños. Dicho sea con toda templanza por una atlética.

  5. Tenía entendido que el nombre la diosa minoica es Rea (madre de Zeus), siendo Cibeles el nombre de la diosa frigia (antigua comarca del Asia Menor). Pero bueno, me lío mucho con la mitología, no soy aficionada.
    Por cierto, los festejos de los madridistas nos han costado caros alguna vez a los madrileños. Dicho sea con toda templanza por una atlética.

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