Tomo el título de la columna de El País que firma, hoy, Rosa Montero, una de las escritoras españolas preferidas por mí. El caso es que el “patio está que arde”.Dicen que España ya no es lo que era. Quienes vivieron la Transición nos cuentan que en aquella época hubo un gran movimiento general de la población lleno de pasiones pero, a la vez, de muchísima generosidad para salir, todos juntos, hacia adelante en el mundo de las democracias a lo occidental. También dicen que el “patio patrio” actual es más cerril y que incluso los niños pegan como en la época de nuestros bisabuelos. O sea a lo ibérico con desenfreno. Hemos estado, por tanto, retrocediendo a partir de los años 90 del pasado siglo XX en esto de la educación escolar.
Rosa Montero, una de las puntas de lanza de la Transición literaria en España en cuanto a reivindicaciones (digamos feministas por ejemplo) saca a relucir una frase de la psiquiatra Enriqueta Moreno (“La semilla del fanatismo brota de adoptar una actitud de superioridad moral, en la militancia ideológica como un ser del mal, siendo muy difícil, casi imposible de desactivar por los beneficios que procuran a la idealización del Yo”). De ahí al surgimiento de los “fascismos viscerales” sólo hay un pequeño paso. Estamos por tanto empezando una involución en las generaciones del futuro. Niños “matones” que mañana serán “matones” sin nada de niñez. Yo también hago mía la conclusión de Rosa Montero: “Creerte moralmente superior te emparenta con los necios y los verdugos”. Que es lo que está pasando con los “niños fachas” que viven y valoran el matonismo de la necedad, los insultos y la violencia sin causa justificada.
Un comentario sobre “El patio”
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!PARA PENSARLO VERDADERAMENTE EN SERIO CAROLINA!. Has puesto el dedo en la llaga. Nuevas generaciones de niños “profetas” del fascismo parece que se ven en lontananza. O damos un rumbo de 90 grados o mañana serán monstruos.