No soy supersticioso porque da mala suerte… (II)

13 y martes. Sigue transcurriendo la jornada sin haber estallado el globo terráqueo ni tampoco el globo del Salón de Actos de la Universidad donde he estado escuchando una conferencia sobre el escultor Salzillo que durante todo el siglo XVII inundó España de imaginerías para la Semana Santa. No ha habido ningún paraguas abierto dentro de la sala (!gracias, sol!) y nadie se ha caído de la silla. No sé si alguien dormitó pero yo estuve muy entretenido y hasta nos dejaron hacer algunas preguntas y no fuímos abochornados ni abucheados por las que inocentemente hicimos. Todo bien.

Al volver para casa no he tenido que pasar por debajo de ninguna escalera porque el electricista que estaba arreglando ayer los cables de la Calle Mayor ya ha terminado su tarea y la escalera ha desaparecido (desaparecido el bicho se acabó la rabia). Además, en la conferencia nos han regalado unas bonitas carpetas de color morado (por aquello de la Pasión de Semana Santa y Salzillo) y un bolígrafo que tiene una marca de bebidas gaseosas. Resulta que durante la comida nadie nos hemos atragantado con la bebida ni tampoco ha habido que lamentar espinillas en garganta alguna (ni propia ni ajena) a la hora de comer el pescado frito. Yo no creo en supersticiones porque dan mala suerte y por eso he apostado con Liliana a que si llamábamos a Nueva York (que es donde vive una hermana suya hoy en día) íbamos a comunicar a la primera y no como otras veces… !efectivamente!… !hoy 13 y martes la comunicación ha sido a la primera, hemos oido su voz con total nitidez y hemos recibido la buena noticia de que acaba de obtener un empleo mucho más lucrativo que el anterior y sin tener que dejar el Hospital donde labora!.

Bueno, abro el Vorem para contaróslo y para que no seáis incrédulos. El 13 y martes no da mala suerte a no ser que te lo creas firmemente. Si no te lo crees pasa lo que como con Noeliaf, que ni siquiera te das cuenta de que es 13 aunque lo de martes sea más difícil de olvidar. El caso es que el pensamiento de entrada en el Vorem, ahora mismo, es de Elsa Triolet cuando dejó escrito que “Crear es tan difícil como ser libre”. Yo añado que creer es como crear. Cuanto más libre seas más crees en que todo depende de cómo se den las cosas -sin buena ni mala suerte de por medio- y de que los predicadores de la buena suerte (gitanas leyendo la palma de la mano por ejemplo) o los de la mala suerte (los agoreros de las plazas públicas) son puras mentiras para sacarnos los cuartos tantas veces como vayamos a ellos.

Voy a ver si sigue la racha de la normalidad y os cuento esta noche… Mientras tanto vivid con toda la seguridad de que da mala suerte creer en la mala suerte y que la mala suerte es creer en ella.

2 comentarios sobre “No soy supersticioso porque da mala suerte… (II)”

  1. Desde luego el humor irónico siempre me ha hecho disfrutar…

    me ha hecho reír mucho tu canto al martes y 13, jajajaja…si para algo ha servido este martes y 13 en el vorem es para hacerme reir…, jajajaja…afortunada yo…, jajajaja

    un abrazo

    Noelia

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