El Relojero de Manila

Mi amigo el Relojero de Manila no es filipino. Tiene ya la larga distancia existencial de los 95 años de edad (que acaba de cumplir hoy mismo) y es un alicantino (nacido en Elche) que desde hace muchos años está afincado en Murcia tras haber vivido en el Madrid de los años 30 del pasado siglo XX. Se llama José Gomariz y tiene tantas historias en su todavía lúcida mente que viene a ser como un libro abierto de la vida. Cuenta y narra sucesos acontecidos durante los años de la República (también de la Monarquía de Alfonso XIII) y sobre todo de las trágicas escenas de una Guerra Civil que dejó marcada toda su juventud. Es el Relojero de Manila (poseía una relojería en ese barrio de Alcantarilla) mucho más que un abismo vital.

Es José el Relojero toda una experiencia de acontecimientos que alarga en su memoria mientras mi otro amigo Víctor (que sólo tiene 20 años de edad)y yo escuchamos con atención lo que él interpreta como un análisis secuencial de la historia humana.

¿Es la vida una mala novela como dijo el escritor Marías?. Escuchando a José Gomariz es mucho más que eso. La vida, traspasada por el matiz de un hombre que vivió en las sendas de entre la muerte viene a ser algo así como una novela de incertidumbres que atrapa al lector-escuchador porque está escrita con los verdaderos sentires de lo que para muchos es trascendental. Así que no. Que Marías puede ser un excelente escritor pero no posee la verdad absoluta cuando determina que la vida es una estupidez. Hay algo mucho más que simple estupidez en la existencia de hombres y mujeres que toman el sol en la cercana Plaza de las Palomas mientras Víctor (mi amigo de sólo 20 años de edad) y yo nos paramos a meditar sobre las ideas del Relojero de Manila.

Señor Marías usted puede ser todo lo famoso que quiera, le habrán dado todos los Premios que quiera, le habrán nominado todas las veces que quiera y será académico de la lengua (y lengua tiene un montón para decir sandeces)… pero para saber de la vida prefiero una y mil veces escuchar y hablar con el anciano Relojero de Manila y el muy joven Víctor. Porque la vida… señor Marías… es todo lo que cada uno quiera que sea menos una estupidez como usted estúpidamente dice (y perdón por el epíteto pero a veces se lo merece).

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El Relojero de Manila

Mi amigo el Relojero de Manila no es filipino. Tiene ya la larga distancia existencial de los 95 años de edad (que acaba de cumplir hoy mismo) y es un alicantino (nacido en Elche) que desde hace muchos años está afincado en Murcia tras haber vivido en el Madrid de los años 30 del pasado siglo XX. Se llama José Gomariz y tiene tantas historias en su todavía lúcida mente que viene a ser como un libro abierto de la vida. Cuenta y narra sucesos acontecidos durante los años de la República (también de la Monarquía de Alfonso XIII) y sobre todo de las trágicas escenas de una Guerra Civil que dejó marcada toda su juventud. Es el Relojero de Manila (poseía una relojería en ese barrio de Alcantarilla) mucho más que un abismo vital. Es José el Relojero toda una experiencia de acontecimientos que alarga en su memoria mientras mi otro amigo Víctor (que sólo tiene 20 años de edad)y yo escuchamos con atención lo que él interpreta como un análisis secuencial de la historia humana.

2 comentarios sobre “El Relojero de Manila”

  1. Estoy de acuerdo contigo. Mi vida, en lo personal y vista desde fuera de mí, puede parecer cualquier cosa a cualquier persona que opine de ella… pero vista desde mí misma, desde mi posición subjetiva dentro de la objetividad universal es demasiado importante como para ser una tontería. Yo apuesto poe el Relojero de Manila y en contra de Javier Marías, porque creo que los humanos tenemos al menos la necesidad de intentar ser mucho más que un simple abismo vacuo e inútil. La vida si es novela… y novela de la buena por lo que tiene de interesante.

  2. es la vida una novela??, que puedo decir… sí y no.. lo es porque no siempre los finales son felices; y no lo es porque no podemos determinar, como un escritor lo hace, la reaccion de las personas que nos rodea ni podemos determinar, o borrar y escribir de nuevo lo que no nos gusta de nuestra vida, nuestra novela. No se si me sali del tema pero aun asi es un comentario. 🙂

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