Y si sólo me hizo caso el viento
¿qué más da si el límite se ensanchó
hasta alcanzar la costa del necesitado?.
El abecedario
besa mi pensamiento
y en mis manos dibujó
la fiebre eterna del tiempo.
Si sólo ha sido un relámpago
espero seguir viviendo
con el sueño de vomitar flores
como último recuerdo.
Y ya está.
El resto es silencio.
2 comentarios sobre “El resto es silencio”
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Precioso sentir de ilimitada trascendencia. Un verso muy apropiado para la relfexión de nuestras existencias. Y muy lindo ritmo.
Me ha llegado tu poema,no te se decir más, lo he sentido, dulce, amargo profundo, muy bueno,