El resto es silencio

Y si sólo me hizo caso el viento
¿qué más da si el límite se ensanchó
hasta alcanzar la costa del necesitado?.
El abecedario
besa mi pensamiento
y en mis manos dibujó
la fiebre eterna del tiempo.
Si sólo ha sido un relámpago
espero seguir viviendo
con el sueño de vomitar flores
como último recuerdo.
Y ya está.
El resto es silencio.

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