El Río de la Vida

4 Caminantes, paso a paso,
Sin descanso y sin premura,
Van buscando su destino,
Van buscando su vida.
Oyen el murmullo del agua,
Más no ven el cauce que la conduce
Hacia la gran cascada
Desde donde nace
El Río de la Vida.

Sus pasos les adentran
En el espeso bosque.
Solo se escucha el canto
De los pajarillos,
El crujir de las hojas secas
Al pisarlas firmemente

En el cielo una nube
Deja una estela blanca
Como señal indicadora.
Hacia donde dirigirse.
Ya están muy cerca.
El olor a tierra húmeda
Impregna sus fosas nasales
Hongos, musgo, humedad,
Signos de que el río cercano está.

De pronto ante sus ojos,
Como si de una ilusión se tratase
Aparece, inmenso, ensoñador,
Aquel rincón tan buscado y deseado.
Una enorme roca está ante sus ojos,
De ella mana un agua limpia ,
Fresca y cristalina.
En ella van sus deseos,
Sueños e ilusiones.

Los caminantes ante tan grata visión
Quedan maravillados,
Petrificados, hipnotizados.
No dejan de mirar el agua
Que les dará fortuna y bienestar
Para el resto de sus días.

Toman la necesaria y se alejan del lugar
Detrás de ellos, algún día
Otros la buscarán.

Es el agua del Río de la Vida

Un comentario sobre “El Río de la Vida”

  1. Este es el agua de la que beben las personas sabias, agua llena de pureza y de verdad que guia a quien la bebe y que perdura en el tiempo para todo aquel que quiera llegar a conocer la verdad.

    Verdad, que no todo el mundo quiere alcanzar.

    Un saludo.

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