Entre materia y espíritu derramado
la existencia es un sueño de soplo divino;
no accidente, no inesperada
la vida entera de las lunas y las sombras:
naturaleza de la vida desenterrada.
¿Qué es el viento del vivir enamorado
sino un soplo de Dios en nuestras almas?.
Y las incansables horas del momento
como rosas encendidas y alumbradas
en el fuego de la brisa pacifista
alimenta el tamiz de las miradas.
Trémulas las flores del edénico
paisaje de la alfombra irradiada
bajo el sol y sobre el cimiento
de la atmósfera suave y recargada
de besos en la boca enamorada.
Sin vergüenza canta el gallo,
canta el ave y canta la chicharra.
Y ante todo canta el hondo sueño
de esta existencia en calma.
Desde el azul de la infancia
al verde de las esperanzas
con el amarillo de la ciencia
sobre el blanco ya descansa…
y el rosado de los albores
hacia el rojo se trasvasa.
Los colores de la Naturaleza
conríen entre las ramas.
No hay soledad en la existencia
sino presencia bien acompañada
de ángeles divinos que atentos
con sus duices ojos la resguardan
Como si caminara todo el panorama
por el extenso sinfín de la pautada
sinfonia invisible del verano…
así es todo el universo de tu mano
en esta existencia remansada.
Todos los días amanece el claro
discurso de la inmensa Palabra
y el continuo movimiento de las olas
es fuente limpia que desparrama
las gotas del rocío. El viento
la torna en ola y la explaya.
La piedra de la fuente nacarina
es piedra por la vida horadada
y el musgo que le sirve de compañía
es latido en lo interno de su alma.
Se despierta la Nada y se convierte
en Ave de vuelo acompañada
del arco iris y del vuelo
silencioso de la arqueada
marisma. La ensenada
que hay en la bahía
de luces rojas está adornada.
Un reposo sosegado y cierto
resplandece en la almohada
del céspèd florecido y muelle
bajo luna blanca y desgranada.
Está toda la atmósfera caliente…
!caliente y a la vez tan descarnada!.
Todo el mar se agita y los pájaros
en los almendros cantan
sobre el enorme espacio de meseta.
Las nubes se levantan…
Lluvia de canciones con anhelos
de incipiente e invariable marcha.
El tiempo todo lo ennoblece
en este sueño de existencia clara.
Las significaciones de todas las cosas
están en los cielos pronunciadas
y bajan a la tierra convertidas
en sílabas y estrofas versificadas.
Los árboles, los valles y los montes
son volutas de humo incineradas.
Las gardenias, en manto recogidas,
se refugian debajo de la desnudada
naturaleza del círculo interrogante
que forman los duendes y las hadas.
En magia pura se convierte todo
el ancho espectro de la mirada.
Una variedad infinita de corolas
y de pétalos en la enlazada
amanecida y mecida aureola
surge diariamente amamantada
de filtros solubles y licuosas
en verde savia fermentada.
Dios bendice todo el panorama
donde reclina su presencia alzada.
Lo elemental de estas esencias
en bondad divina transformada
es un infinito pasatiempo
a esta madre tierra imantada.
Abiertas las líneas del horizonte
surgen todas las enarboladas
esporas del dulce y tierno almendro
que posa sus raíces en las labradas
tierras del sufragio uiniversal,
y el aroma de las ventanas
cubiertas del dulce álabe
enamora a las aves más cercanas.
Se olvida la tristeza entonces
como campanillas de plata en las almohadas
siempre anhelantes del futuro
de toda la existencia orillada.
y llaman las nubes al recreo
de las serenas y pausadas calmas
de los mundos que allí recogen
todos sus bejucos y lianas.
!Dulce espejo es ahora el sueño
perenne y refractado en las aguas
del lago pacífico y sereno
donde todas las musas se me bañan!.