El suéter

Al abrir el bendito cajón donde guardo mis tesoros, me encuentro con aquel suéter
Un suéter que no fue tuyo ni mio, sino de los dos.
Soñamos con tener una prenda así, amplia y cálida para poder compartir
Nadie tuvo la ocurrencia de tejer un suéter así
Cuatro brazos, en solo dos mangas, marionetas del amor
Tu cabeza y la mía en un solo cuello, marionetas de pasión

Dos cuerpos unidos y vestidos a la vez
Color arena para nuestra playa vacía de verano.
Hoy, al acariciarlo con ansias, inspiro fuerte intentando rastrear algo de ti
Alguna forma que no recuerde, algún matiz….
Y nada nuevo encuentro, solo tus risas, tu prisa, tu olor, tu sabor y esas manos adorables
respiración en mi nuca, y charlas a mi pelo, silencios preciosos como el color de tus ojos
o tu respingona nariz
Cuanta felicidad guarda el tacto de ese tejido…
Y nunca fue tuyo ni mio sino de los dos….

6 comentarios sobre “El suéter”

  1. Impresiones muy íntimas, me encanta tu forma de tratar el poema, respira frescura y añoranza “y nunca fue tuyo ni mio sino de los dos…” me ha recordado muchos viejos y buenos momentos. Gracias! Besos amiga!

  2. Sigues dando hondura y firmeza a tus textos sin caer nunca en la vulgaridad. Buena manera de tratar un tema en común (“nunca fue tuyo ni mío sino de los dos”) con fundamentos de confianza en lo que escribes. Sabes distinguir muy bien dónde está esa autolimite que nos imponemos los autónomos. Ponerse autolímites es mucho más difícil que escribir sin barrera alguna. Aclaro que la autonomía consiste en saber tratar un texto poniendo autolímites propios pero sin aceptar los límites ajenos. Eso es demostración de que estás dominando muy bien el Arte Literario de saber exponer una coyuntura vivencial con la suficiente personalidad de no caer en lo que otros intentan hacer que seamos. Marian: sigue escribiendo siendo siempre tú misma. La primera estrofa es muy buena. La segunda es mucho mejor todavía. Un saludo cordial y amistoso.

Deja una respuesta