El tiempo consecuente

Ya hemos hablado, anteriormente, de que el tiempo que en realidad vivimos es el tiempo que recordamos. Sobre el tiempo que recordamos ya hemos estudiado diferentes secuencias o clasificaciones. Ahora toca meditar sobre lo que yo llamo tiempo consecuente; porque de todo el tiempo que vivimos existe un tiempo consecuente negativo, un tiempo consecuente negativo y un tiempo no consecuente.

El tiempo no consecuente entra a formar parte del ya estudiado tiempo vano. Vamos ahora explicar el tiempo consecuente que es el que determina nuestros diversos futuros. Según hayas vivido tu tiempo consecuente estarás cumpliendo objetivos (sueños) y acercándote a la Meta Final (Gran Sueño).

El tiempo consecuente es el que de verdad deja huellas profundas en nuestros seres humanos. Dejando sólo para el recuerdo el tiempo no consecuente; es el tiempo consecuente el que determina cómo somos en realidad. Pongamos un sólo ejemplo de los muchos que podríamos citar:

Si alguien nos ofrece, un día de nuestro tiempo consecuente, droga… tenemos dos soluciones: la primera es decir Sí a la Droga. La segunda es decir NO a la Droga. Ambas decisiones formarán parte importante de nuestro tiempo consecuente. Tiempo consecuente negativo si decimos Sí y tiempo consecuente positivo si decimos No. Si aceptamos la droga nos alejamos de lo objetivos (sueños) y, lo que es peor, de la Meta Final (Gran Sueño). Por el contrario, si rechazamos la droga vamos cumpliendo nuestros objetivos (sueños) y logramos, al final, alcanzar nuestra Meta Final (Gran Sueño).

Esto plantea la siguiente reflexión: ¿el tiempo consecuente lo efectuamos con plena libertad y con el uso correcto de nuestra mente y razón?. Definitivamente sí… porque una vez superada la infancia, todos y todas tenemos ya suficiente capacidad de discernimento. Sabemos, una vez superada la infancia, discernir lo que hacemos y somos responsables de lo que hacemos. En ese hacer hay mucho de tiempo no consecuente pero también hay mucho de tiempo consecuente negativo o positivo. Y lo llamo tiempo consecuente porque nos trae consecuencias cara al futuro. A veces esas consecuencias son tan negativas que hasta nos llevan a la Muerte. A veces esas consecuencias son tan positivas que nos guían a la Vida.

El engaño no existe fuera de nosotros. El engaño está dentro de nosotros. Sólo obtenemos tiempo consecuente positivo cuando no nos engañamos a nosotros mismos. Sólo obtenemos tiempo consecuente negativo cuando nos engañamos a nosotros mismos echando luego la culpa a los demás. Razón y Fe. Ambas son cuestiones fundamentales para nuestras porciones de tiempo consecuente positivo. Sinrazón e Incredulidad son cuestiones fundamentales para nuestras porciones de tiempo consecuente negativo.

En realidad nuestras vidas dependen de un binomio, de una dualidad, de un asunto binario: Decir Sí o Decir No a todas las causas que se nos presenten en la vida. Depende de por qué causa decidimos luchar el hecho de obtener tiempo consecuente positivo (Razón mas Fe) o el hecho de obtener tiempo consecuente negativo (Sinrazón mas Incredulidad).

Los objetivos (sueños) parciales se hacen prácticos al usar nuestras porciones de tiempo consecuente. Por ello es básico y fundamental entender que aquellos que tienen el juicio sano deben ser nuestros guías y líderes. Si, por el contrario, seguimos el camino los guías y líderes que, conscientemente, representan al Mal, habremos arruinado todos nuestros futuros y, lo que es peor, nunca alcanzaremos la Meta Final en esta vida.

Como reflexión final dejo la siguiente frase: “Si te duermes en medio de tus sueños no tendrás tiempo de vivirlos completamente”. Yo por eso aconsejo seguir el Camino de Jesucristo.

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