Como música clásica para mí tu voz brota
al traerme los sentimientos de tu soñada armonía.
En tus palabras siento el ritmo de cada nota
al partir las tristezas y hacerse tu ternura mía.
El tono de tu voz suaviza mis pasados dolores
y me presenta el amor del que está tu cuerpo lleno
y quiero que ese tono sea mío, nunca jamás ajeno,
y que sean mis palabras de versos para ti cual flores.
El tono de tu voz hace a mi alma alzarse
tanto en el claro día como en la noche quieta.
Ese tono entra a mi ser para mi corazón ganarse
cual la bella naturaleza que veo por mi ventana;
sólo en recordar tu tono renazco como poeta
y presiento que habrá para nosotros un íntimo mañana.
Tu voz tiene tono de un dulce canto
al decirme adiós en una amorosa despedida.
Tu voz me borra todo el llanto
y le quita toda la tristeza a mi vida.
Tu voz tiene el tono de un distante piano
que escucho por dondequiera
como si me tocaras con cada mano
e hicieras nacer en mí la primavera.
El tono de tu voz afecta todo lo que yo expreso
y me dice cada expresión de manera constante,
y siento el eco de tu voz aunque sea muy distante
como si cada palabra para mí fuera un beso.
!Qué importante e interesante es, amigo Edu, tener la voz amada a nuestro lado!. Esa voz que nos inunda de expresiones como las que has plasmado en este bello poema… la voz… la inquebrantable compañía de otro ser que nos acompaña en el misterio amoroso de los besos y bos aquieta el corazón para suavizarlo de los dolores.