Ellos como decías tu, necesitan una mano acariciando su lomo y un pedazo de amor.
Nosotros necesitamos una presencia cercana que nos de amor y compañía; ellos lo buscan en las solitarias calles, que ahora tienen muchas casas vacías y en contenedores con rancias comidas.
Nosotros buscamos en solitarias calles, y encontramos seres anónimos que transitan sin mirar a nadie ,centrados en sus singulares vidas; buscamos en abarrotados sitios cibernéticos, y nos encontramos que solo se ofrece sexo virtual para paliar la falta de compañía real y amor verdadero, y evitar enfermedades; A quienes hacen algo por cambiar su destino y se hacen a la mar, se les desanda el camino navegado y nadie les devuelve lo invertido;buscamos en grandes centros comerciales, llenarnos de todo lo que necesitamos para suplir la soledad de la incomunicación,de la perdida de los valores.
Ellos si llegan a encontrar esa mano que les acaricia, será una mano sincera y el verdadero amor.
Nosotros si encontramos una presencia que nos acompañe será para quitarnos lo poco de esperanza que nos pueda quedar…

La existencia es particularmente cualitativa cuando salimos a ella y nos encontramos desiertos, rodeados de bares y cafeterías llenos de vida pero con nuestra soledad tangible, ordenada, viva. De repente, en esos momentos, nos damos cuenta de que hay otros seres humanos en múltiples direcciones, en caminos diversos que se cruzan con el nuestro, llenos de alegrías y de tristezas, pero llenos de ilimitadas sensaciones. Descubrimos entonces las leyes de la comunicación interpersonal para aceptarnos como raza humana.