La batalla seguía y mi alma la contemplaba, sin poder intervenir pero rezando para que los caza-vampiros no ganaran esta lucha.
Vi a una compañera de clase, una de mis mejores amigas, romper el cuello a un caza-vampiros que intentaba clavarle una estaca por la espalda, y aunque sabía que ella tenía más de 200 años tenía un rostro de niña pequeña que no encajaba en esa escena.
También vi a un chico, que no aparentaba los 16 años, aunque tenía 551 años y que estaba chupando la sangre a una chica que tendría unos 20 años, desangrándola, alimentándose.
Cada vez quedaban menos caza-vampiros, pero también menos vampiros. La lucha era terrible… sangre por todas partes, cuerpos inertes por el suelo, gente con armas y llenos de sangre matando a todo bicho viviente.
Después de cinco horas de lucha encarnizada solo quedaban un vampiro y un caza-vampiros. Ese vampiro era el chico del que tanto tiempo estuve enamorada, ahora el ya no se fijaría nunca en mí puesto que no me vería más.
El caza-vampiros lanzó flechas, agua vendita, fuego… pero el chico lo esquivó todo. Finalmente el chico se hartó de jugar y se lanzo sobre el caza-vampiros, intentó desgarrarle el cuello con sus afilados colmillos, pero el caza-vampiros lo esquivó. Un nuevo intento con mejor suerte, acertó a clavarle los colmillos en el brazo derecho, dejándole ensangrentado, malherido y en plena agonía.
El chico se lanzó sobre el caza-vampiros y empezó a chuparle la sangre, poco a poco, hasta que a este último no le quedara ni una gota de sangre, hasta que en su cuerpo no hubiera vida. El caza-vampiros se convulsionaba a cada trago que el chico bebía, gritando de dolor, en plena agonía.
Finalmente el cuerpo sin vida del caza-vampiros calló al suelo con un sordo golpe.
Vi al chico acercarse a mi cuerpo lentamente con los ojos llorosos. Cuando llegó junto a el calló de rodillas al suelo, sin dejar de llorar.
-¡¡¡¿¿¿POR QUÉ???!!!-Gritó el chico.
Apoyó su cabeza en el que había sido mi pecho. Y lloró durante todo el día y toda la noche.
Vaya.. que batalla!!, siento la sangre en mi cara jajaja. Vivi la historia carniceramente. Buen texto le falto extensión en comparación con el anterior, pero bueno, no soy yo el autor, ademas no dejo de gustarme. Saludos!!