En el círculo instantáneo de las horas
la vida transfigura acciones repentinas
y explota la luz en las retinas
del tiempo orquestado en las demoras.
Hay un mundo de afán en los murmullos
que enfrenta al humano con las olas
del vaivén sempiterno de las ondas
en que hunden sus raíces los arrullos.
En medio de los sueños de un destino
abren sus ritmos los capullos
de todos los que viven como suyos
los caprichos del brevísimo camino.
Y al final del círculo materno
cada humano es un leve torbellino
que expresa su diálogo vecino
en el amplio coloquio de lo eterno.
Veo en tu poema todo un mundo de universos personales. El coloquio de la eternidad de todos los vivientes. Muy profundo, Diesel.
Es precioso Diesel. Cuanto me alegro de volver a encontraros. Un abrazo , como tú dices, vorémico y leal. Alaia