Abre tu onda de la vida
que mi esperanza está enferma
de soñar tanto contigo
y que el azul del mar en ti
sea aire en el callado viento…
para verte con los ojos vivos
recogiendo tus huellas marineras.
Bailemos a lo García Lorca
descorriendo las cortinas de las calles
y en tu onda de vida adivinada
siempre será dulce la esperanza.
Voy amándote por la tierra en flor
untando mi sangre en tu mar
y cantan las nieblas matinales
en esta primavera de azucenas.