En torno al marcharte en el olvido
la misma transparencia de las voces.
No tienen nombre los caminos.
El aire inmenso se antepone.
Allí, junto al ruido de los nidos,
se espesa algo que repones
con el jugo exacto de lo vivo
como canto de soñadas noches.
Obediente al ardor de un albedrío
la fuente nueva de inocentes bronces,
el alma inquieta en su delirio
y los nuevos sentidos con sus goces.
Por el tiempo de luz del suave río
ciegamente se siente que reconoces
el afán de seguir junto al sembrío
con los ratos inaccesibles y precoces.
¿Te acuerdas de los sueños permanecidos
en las noches lejanas de los bordes
en que el agua troquelaba remolinos
en el baño tembloroso de las doce?.
Hoy el reloj de la vida se ha dormido
en las rosas lacias del salobre
mar abierto de los mil destinos
del lejano poeta que conoces.
!Precioso poema. Diesel!. Con esa rima de los versos pares en las tres estrofas que son octosílabos. Y además con una misma asonancia. En el poema traduces un estado anímico efervescente donde vas dando sentido de manera gradual hasta desembocar en el “reloj de la vida”. !Muy logrado, Maestro de la Poesía!.