En tu Jubilación

Ya nadie habla de ángeles,
ni los ve, ni los mira en el recreo.
La guerra los inmola en cada instante
y los aleja de tu mano en las grafias.
¡Ángeles que acudían al patio
y en clase te hacían alzar la voz,
como gritando!


Todos te están espeando,
pues no inadvertido tu rojo pelo,
y tu sonrisa, al sentir tantas vidas a tu lado.
Hoy regresan para ti,
volando…
todos cuanto fueron clase,
fila y tren que va despacio.
Hasta el ángel revoltoso
quiso que te fueras antes…
y te empujó sin querer:
¡Ay que ver!
Aun así…la escayola,
en su blancura,
es unf olio que perdura,
donde se puede escribir.
¡Qué locura!
(Para Carmen)

Deja una respuesta