Era grande el sueño entre la niebla, algo así como una luna dejando huellas acrecentadas en un prado que estaba mirando al cielo desde su cálida siesta y se contemplaba la dichosa esperanza de los mirlos bebiendo en el aire sus fantasías. En la bahía !bendita bahía! los cinco círculos del planeta jugaban con la blanca vela de mi barca que, hechizada por los cantos de las sirenas marinas, me invitaba a ir a la mar… a la mar… a la alta mar… hasta llegar a fusionarme en un punto lejano llamado horizonte…
¿De qué se ríen las gaviotas?. En esta noche mágica las gaviotas han aprendido del humor hechizador de las sirenas marinas.
Era grande el sueño entre la niebla, algo así como una luna dejando huellas acrecentadas en un prado que estaba mirando al cielo desde su cálida siesta y se contemplaba la dichosa esperanza de los mirlos bebiendo en el aire sus fantasías. En la bahía !bendita bahía! los cinco círculos del planeta jugaban con la blanca vela de mi barca que, hechizada por los cantos de las sirenas marinas, me invitaba a ir a la mar… a la mar… a la alta mar… hasta llegar a fusionarme en un punto lejano llamado horizonte…
¿De qué se ríen las gaviotas?. En esta noche mágica las gaviotas han aprendido del humor hechizador de las sirenas marinas.
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