Entrevista a un futbolista (1)

Me encuentro en la sala de estar a gusto (después de esperar largos años antes de conseguir esta cita) con un futbolista destacado de esos que juegan al fútbol por amor y sin cobrar ni un sólo céntimo, centavo o piastra por ello. Me recibe con su singular sonrisa bohemia y yo me pongo un poco nerviosa porque no sé cómo empezar.

D.- Es muy sencillo. Empieza por el principio.

Lógica propuesta. Empiezo por el principio aunque sigo estando un poco nerviosa.

P.- ¿Dónde comenzaste a jugar fútbol de esta manera?.
D.- Perdona que te corte… pero eso no es el principio. El principio debe ser “¿dónde comenzaste a jugar?.

Mer siento un poco cortada y nerviosa pero lo comprendo; así que quito lo de “esta manera”.

P.- ¿Dónde comenzaste a jugar fútbol?.
D.- Donde comienzan los más humildes. En un patio de colegio público de apenas 20 metros cuadrados o bastantes menos.

Ahora sí que me pongo nerviosa porque no me imagino a unos futbolistas jugando en un patio de colegio público que mide menos de 20 metros cuadrados.

P.- ¿Cómo se hace eso?.
D.- Intuición. Por pura intuición…

Espero que me esté hablando de fútbol mientras sonríe.

D.- Si te colocas…

Espero me esté hablando de fútbol mientras sonríe.

D.- Debidamente en un espacio abierto y no te corres…

Espero que me esté hablando de fútbol mientras sonríe.

D.- De un lado hasta otro el patio detrás de las pelotas…

Espero que me esté hablando de fútbol mientras sonríe.

D.- de goma que son los instrumentos…

Espero que me esté hablando de fútbol mientras sonríe.

D.- De trabajo del futbolista y sin meterte en los “mogollones” de jugadores apelotonados unos y otros y sabes ver los espacios libres es fácil que, cuando recibas la pelota, ya tengas pensado hacía donde vas a dirigirla sin ninguna clase de dudas.
P.- Las dudas son las que tengo yo. Por ejemplo… ¿tuviste algún entrenador o lo hacías solo?.
D.- Solo no se puede hacer…

Espero que me esté hablando de fútbol mientras sonríe.

D.- Sino que tienes que contar con un espíritu especial. Quiero decir que no aprendí con ningún entrenador sino solo con mi espíritu deportivo.
P.- ¿Y qué es eso?.
D.- Eso sirve para saber tirar…

Espero que me esté hablando de fútbol mientras sonríe.

D.- A la diana…

Espero que me esté hablando de fútbol mientras sonríe.

D.- Sin ninguna clase de miedo a fallar…

Espero que me esté hablando de fútbol mientras sonríe.

D.- Ya que la diana es siempre las porteria del equipo rival.

(Continuará).

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