He dejado de sentir ese dolor de estar creciendo,
y ahora, en la quietud de los dias,
en los momentos…no separo mi vida de otras vidas.
A todos nos impulsa un riesgo supremo,
rozando el filo de la navaja.
Quizá…al fluir demasiado no te das cuenta de los
viejos árboles de la orilla,
y sigues ciego, porque te han dicho…
que en el Mar está el abrazo inmenso de
la verdadera vida.