ESTE CUENTO SE HA ACABADO.

Ella no le quería, no le quiso nunca. Él sí la quiso, incluso llegó a pensar que sólo podría amarla a ella.La estupidez es algo que ninguno de los dos supo descubrir en esta relación. Ella adoraba su cuerpo. Él no dejaba de considerarse un cuerpo con corazón. La única energía que movía sus vidas era una discusión tras otra. Se ahogaban a los dos minutos de verse. La noche se convertía en un paseo prolongado hacia la madrugada. Ella dijo que todo había acabado. Él sólo supo sufrir y siguió paseando por las mismas calles.

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