(Hace poco tiempo atrás, estaba yo aburrido, casi llegando a la fastidiosa letanía… Pero sucedió algo, pensé literalmente en Wersemei, y como los pensamientos tienen una fuerza que viaja por los cielos, sobre las aguas, por la atmósfera, me llegó o se generó una inspiración ,un algo, entonces me puse a escribir, fruto de esa inspiración amaneció este simple texto, que muy posiblemente sea un poema convertido en historia…O una historia dedicada a Wersi. Aunque más bien creo que es ambas cosas).
Gracias.-
Samuel había entablado una amistad de vecinos con Margaret y su marido Cesar.
Una tarde los invitó a su casa… y allí cogió una caja de zapatos llena de fotografías…
“Este de aquí es Enrique, con serios problemas con el alcohol”.
Margaret y Cesar prestaban atención a Samuel, pues además tenía una gracia especial contando anécdotas e historias…
Samuel siguió contando el desenlace de los sucesos, a través de sus fotografías: “Este Enrique fue denunciado por mi mujer, poco antes su actitud cambió, se volvió arisco. Resulta que a causa del alcoholismo maltrataba a su perro, éste que se ve en la foto, detrás de Enrique. Era o es un perro magnifico, muy bueno y cariñoso.”
De vez en cuando iban tomando unas bebidas refrescantes que el anfitrión había servido sobre la mesita, frente al sofá de tres posaderas.
“El perro fue llevado a un Refugio para Animales.
En esta otra fotografía, veréis que detrás de mí, hay una joven, pues esta chica es la Asistente Social de Enrique, que además fue alumna mía, en la época en que me dedicaba a la enseñanza de la Medicina Ayurvédica. Ella se llama Miriam y fue la que asesoró a Enrique, que en un momento de serenidad pidió ayuda a la administración pública para iniciar un tratamiento”.
“En esta fotografía estoy con mi primera cámara, por esas fechas empecé a hacer fotografías, hasta esa época no tenía ninguna afición, pero mira así empecé… Esto os lo cuento, porqué Miriam inició una relación con Enrique, se gustaron, se enamoraron, y se casaron, y curiosamente ella me propuso hacer fotos de la boda y acepté. Mi mujer y yo reanudamos la amistad con Enrique.”
Cesar atendía a la historia, mientras Margaret sostenía algunas fotos e iba escuchando a Samuel. Por sus gestos parecía como si quisiera ir construyendo gráficamente lo que él iba contando, ella era una aficionada a la historia y anécdotas populares de las gentes de a pie. Que muy raramente aparecen en los libros de Historia.
“Resulta que uno de los terapeutas de Enrique se llama Blasco que es hermano de Miriam, a raíz de una conversación entre ambos hermanos, ella propuso algo a Enrique… Este hecho viene bien para enseñaros esta otra fotografía, mi mujer en los últimos años de su vida contribuyó y colaboró como voluntaria en una causa… con esta otra fotografía de aquí entenderéis a que me refiero… ¡veis! Pues bien, Miriam quiso dar una especie de sorpresa a Enrique, y me pidió que los acompañara para hacer algunas fotos de esa sorpresa. Enrique fue llevado a un refugio para perros, ése de la fotografía. Y allí Miriam le dijo a Enrique que adoptar y ocuparse de un perro le podría ayudar mucho en su rehabilitación. Además me consta que Miriam también lo ayudaría en esa tarea, pues le gustaban mucho los animales. Enrique aceptó. Y tengo entendido que no se sintió presionado por ver a los animales, sino que él ya había pensado en ello.
Luego, en esta otra fotografía me confesó en persona que sentía tener una deuda pendiente con el perro que le arrebataron.
Esta foto es de las instalaciones de la Sociedad Protectora. Vista desde otra perspectiva.
Y este de aquí es Lambrusco, el cachorro que eligió Enrique.
En esta última foto estamos todos retratados…
Porque en la vida todos estamos visionados por el mismo aliento diferente, pero igual.
Sea lo que fuere, inspiración al acordarte de mi o deseo de dedicarme un texto es digno de agradecer.
Un beso Volskier.
!Jajaja!. Muy bueno el relato. Me gustó mucho cómo lo has ido desarrollando y al mismo tiempo que llamó mi atención, no me aburriste sino que me hiciste reir. Muy bueno de verdad.