En cierta ocasión encontrándome bajo la inteligente influencia de las Diosas y Dioses del aburrimiento, experimenté la oportunidad de ver como el mando a distancia de la televisión levitaba, igual que una mosca sin prisas.
En ese momento me acogí a las leyes de la estupefacción, el asombro y la ficción, y así quedarme a buen recaudo.
Parece ser que accionaría un botón, porqué ¡Rápidamente! …. del interior del trastometro salió un plató…. y un conocido señor habló así:
“Quien tenga miedo a morir, que no viva.”
Después de esto recordé lo que sucede cuando exprimimos una naranja ….
Así que me permití reflexionar sobre este mensaje.
Y ciertamente … ¡Se pueden hacer tantas cosas con el miedo!
Cada cual ha de ver a su manera, si viene al caso.
Pero ….. Lo sigo recordando, como si acabase de ocurrir ahora mismo:
“Quien tenga miedo a morir, que no viva.”
Y pregunto yo: Si hay un miedo natural y necesario …. ¿Porqué? …..
Y si hay un miedo falso, aprendido, heredado …. ¿Porqué? …..
Y mientras … voy recordando:
“Quien tenga miedo a morir, que no ….. “
Buen Fin de Semana
El único de los tuyos que me ha interesado comentar.
Tampoco hay más en la alacena de mis ideas en lo que respecta a esto.
Sólo esta recurrente necesidad de darle sentido a lo que pasa y pasar del sinsentido absurdo, que Camus agenció al ciego y rapaz griego del monolito, al contrasentido displicente, pan nuestro de cada día. De lo que siempre termino riendo y dispuesto a seguirle el chiste al cómico. Nomás por curiosidad de ver hasta donde llega, la neta.
C.D.T.: Los cuentitos tuyos, vale, los he leído.