¡Fantasmas del pasado y del horror!
No entreis en tierras de paz y amor.
Ya las luchas acabaron
y los cielos se despejaron…
¡Fantasmas del pasado y del horror!
No atormenteis a quienes desean olvidarte…
Han de comprender que tu les ayudas a aprender de los errores.
Crital: los fantasmas siempre dejan de existir cuando los llamamos por su verdadero nombre y su verdadero adjetivo calificativo. Ya me entiendes. Tu poema lo grita en realidad y lo da a conocer. A los fantasmas se les están derrumbando sus castillos “encantadores”. Ahora se están quedando con la única verdad de ellos mismos: que sólo son vaguedades deambulando de Salón de la Fama en Salón de la Fama… pero es que ese es precisamente el horror que hemos dejado atrás. Recuperar nuestro tiempo pasado sirve para vovler a reiniciar nuestros sentimientos vitales sin tener que estar más veces viviendo junto al horror de los famosos fantasmas. Quizás lo mejor sea no atormentarse recordándoles… sino simplemente volver a ser quienes fuimos, quienes somos, quienes debemos ser. Un saludo cordial. Y buen texto el tuyo.