Soy polvo y como tal busco el légamo de las dunas para unirme al concierto terrenal de todos aquellos que atraviesan el amplio desierto de lo inevitable. Soy polvo y bajo las lunas me confundo con el aire interminable que me aventa hacia el oasis donde espero aplacar mi sed de existencia. Soy polvo y me aferro a la materia luminosa de lo etéreo para convertirme, al final, en una minúscula partícula de profunda conmoción. Soy polvo y me confundiiré con el eco rotundo de los arenales. Soy polvo y por eso seré siempre una especie de nómada silueta que deja su futil huella en el improvisado paisaje de la Nada.