Aun no estoy seguro de haber despertado o haberme quedado dormido ansío describir con precisión lo que sucedió, ahora escuchen con profunda atención. Antes de salir de aquel lugar recordaría que no fue el aroma intenso del aceite, ni la música que producía algo parecido a un fonógrafo, lo que llamo mi atención, fue y es como lo digo, un conjunto de tic tac que resonaba por todo el lugar, el numero de relojes en la habitación era impresionante, todos marcaban una hora distinta, los modelos y tamaños variaban pero el parecido entre ellos era confuso, a pesar que lo pensé repetidamente continuaba dudando de lo que veía, el cansancio y el ruido habían lastimado mis sentidos, no podía producir ningún sonido y ha decir verdad no fui capas de percibir el clima entre cálido o frio.
La parte del lugar que recuerdo se formaba de dos habitaciones, como lo he dicho, cubiertas en su totalidad por los marcadores del tiempo, de paredes, techo y suelo emanaba el intenso sonido, al principio, un escalofrió como el de las primeras gotas de lluvia en la espalda recorría mi cuerpo, después fui acostumbrándome a mirar aquello que no comprendía, y avanzaba por entre los relojes con el cuidado y la audacia de quien se siente perdido, para no pisar ningún artefacto, de haber visto con que prudencia procedí desplazándome en aquel lugar se habrían burlado, y es que mi cuerpo esquelético se contorsionaba para no caer ante la perdida del equilibrio, empecé a detenerme constantemente, para mirar de cerca los relojes, después de haberme ubicado en diferentes partes de la habitación, note que durante el tiempo que llevaba caminando, algunas manecillas estaban quietas, además de que en varios casos faltaba el minutero o únicamente estaba el segundero. Luego llego a mis oídos un tic tac distinto, aunque parezca una locura distinguir entre tantos sonidos idénticos este ruido así fue, diría que era como el que produce un reloj de bolsillo dentro de una caja, no lo note, sino hasta después de varios minutos, el sonido que antes mencione aumentaba en volumen, pero ahora estaba sincronizado de alguna manera con los otros aparatos, para ese entonces la locura comenzaba a apoderarse de mi, pues ahora en lo único que pensaba era descubrir de donde provenía ese maldito sonido. Luego comenzó un terror que me seria difícil comparar, uno a uno, los relojes se detenían de golpe, mis intentos por renovar la marcha de los tictac era inútiles, fue demasiado tarde cuando pude darme cuenta que el maldito sonido que antes confundí con un segundero de bolsillo mas, provenía de mis entrañas, la mas pura expresión de miedo aniquilo por completo mis sentidos, al darme cuenta que mi corazón, en unas cuantas horas, se había sincronizado con la habitación, y ahora, inevitablemente se detendría! también, seguía con la mirada los relojes que dejaban de funcionar, cuando hubo solo uno y mi pecho, supe que el fin había llegado. Después ya no escuche nada y la vista se me fue nublando lentamente…
Aun no estoy seguro de haber despertado o haberme quedado dormido, ansío describir con precisión lo que sucedió, ahora escuchen con profunda atención. Antes de salir de aquel lugar recordaría que no fueron las paredes hechas de lámina, ni el olor intenso a cloro, lo que llamo mi atención, fue y es como lo digo, un conjunto de ¡clac! que resonaba por todo el lugar, el número de llaves en la habitación era impresionante, el golpeteo del agua en las laminas producía un sonido enloquecedor…