Un señora cubana
acostumbraba a decir
que salía a ventana.
II
El viento siempre termina
por llevarse las hojas
de mis geranios.
III
Un perro, en mi felpudo,
anda soltando estornudos,
y pelos.
IV
Doña Inocencia se atragantó con un pan
y eso que era integral.
V
Cada kaka de perro eleva mi espíritu
y entre baldosas me pierdo.
Un barrio de lo mas distraido por lo que veo .
Saludos.
Estampas de barrio observadas por una mente minuciosa. Te felicito por ese “sabor” de barrio lleno de espectacular cotidianeidad.
Más que haikus, yo diría que son sentencias dignas del más popular de los refraneros.
Magistral el de la kaka de perro.
Ja ja ja.