Hay otra forma de entender la vida.

George Washington, en su discurso de despedida a los ejércitos de Estados Unidos, dijo una frase que es bueno recordar. “Se reconoce universalmente que las aumentadas perspectivas de la felicidad, abiertas por la confirmación de nuestra independencia y soberanía, resultan casi indescrptibles”. Reconocerse a sí mismos. Esa es la verdadera función de la libertad de cada ser humano. Verse reflejado en la luz del alba para saber quiénes somos en realidad. Algunos estarán pensando quizás “Yo no soy feliz”. Posiblemente sea porque no ha sabido escoger la hora adecuada para verse reflejado en la luz del alba. Y es que siempre hay otra forma de entender la vida.

No es la forma escrita en los libros ni la forma deducible de los grandes oradores que han existido desde la Antigüedad hasta nuestros nuevos tiempo. Esa otra forma de entender la vida está solamente dentro de cada uno de nosotros y nosotras. ¿Yo soy como tú?. ¿Tú eres como él o ella?. No. No somos nunca iguales per es necesario meditar que, posiblemente, bajo los primeros rayos del alba, sí exista esa geometría variable en que, en realidad, somos una misma persona sea cual sea el punto desde que nos estemos observando. Un hilo conductor que proviene del Cielo y no de la Tierra es el que nos une a una sola y única verdad: “Que somos todos iguales pero diferentes”. Posiblemente alguien esté ahora tan dormido que no vaya ya a despertar… pero la vida no es la muerte como dicen ellos… los otros… los que no tienen ninguna esperanza de que hay otra forma de entender la vida. Y el asunto realmente grave es que ya no tendrán oportunidad de poder comprenderlo porque han muerto por cerrar los ojos.

Muchos confunden el sueño con la huída hacia la nada. Eso es totalmente imposible. Todo sueño comienza en nostros cuando estamos vivos. Y nunca muere por más que se empeñen los pesimistas que han negado la existencia de Dios en decir todo lo contrario. El mundo ha estado lleno de mentirosos que han acumulado milllones de páginas escritas para hacernos comprender que no hay otra forma de entender la vida nada más que la que ellos dijeron. Fueron falsos profetas de la vida que sólo hablaban de la muerte como Destino final. Y muchos millones de hombres y mujeres les creyeron y los idolatraron a través de sus libros encuadernados con letras de oro impresas en las tapas de sus bellos libros que hablaban de la muerte como el único camino existente para los seres humanos. Son famosos. Han pasado a la Historia. Pero sólo son unos ignorantes de la Verdad… porque nunca fueron capaces de dar una esperanza a la vida humana.

El sol está surgiendo tras la ventana. Yo sólo tengo deseos de acabar este pequeño texto para irme… sí… para irme… porque no deseo por más tiempos vivir entre los que creen en la muerte como Destino final… porque sé que el Destino es una Eternidad llamada Vida. Y es que hay otra forma de entender la vida que significa que hay otra existencia diferente, en esta misma tierra, sin tener que pensar más allá de esta misma tierra que consiste en poder, libremente, sin libro alguno que nos diga lo que tenemos que entender, observarnos a nosotros mismos. Cuando hacemos eso nos damos cuenta de la única verdad que existe es una Eternidad llamada Camino. Por eso quiero marcharme ya de aquí… para poder seguir siendo libre y seguir viviendo en la tierra donde algunos vieron crecer mis primeros versos, mis primeras palabras, mis primeros sueños.

Hay otra forma de entender la vida y hacia ella quiero ir. No estoy hablando para nada de la muerte… porque la muerte no existe. Estoy hablando de que ya me llegó la hora de volver… de volver a reencontrarme conmigo mismo en la ciudad donde nacieron mis primeras ideas. He desparramado tantas ideas por el mundo que ya sólo deseo estar allí, en los barrios de mi infancia, para poder demostrar a los incrédulos que hay otra forma de entender la vida y que no es la muerte.

2 comentarios sobre “Hay otra forma de entender la vida.”

  1. Las miradas, los ángulos de vista y las perspectivas crean diferentes realidades entre nosotros, muy cierto. Es una meditación muy válida en tu texto. No existe muerte solo transformación. Es con detalles como estos que miro que existen personas que piensan de formas muy semejantes, nunca igual es cierto, pero muy compartidos muchos puntos. Un saludo amigo.

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