Algunas de las películas (de las muchisimas que ha producido el Séptimo Arte) que más éxito han tenido en los últimos tiempos son verdaderamente impresionantes (o al menos eso dicen los que las han visto). Por ejemplo, “Misión Imposible”, “Matrix”, “El hundimiento del Titanic”, “La vida es bella”, etcétera… y las secuelas de ambas… han llenado los cines de fantasía, aventura y efectos especiales (sobre todo efectos especiales de manera abusiva). El éxito dicen que está en que alguien viva una aventura imposible (a lo James Bond por ejemplo) de realizar por nosotros mismos y en la búsqueda de la ficción por la simple ficción (que muchas veces es sólo simplona y nada más en el caso, insisto, de James Bond).
Cuando la vida no tiene significado alguno, muchos se entretienen perdiendo el tiempo con James Bond porque muchos buscan vivir en el terreno de los absurdos, con héroes (y sigo con James Bond) quen no son ni reales ni creíbles, en situaciones que no son ni reales ni creíbles, con problemas imaginarios que no son ni reales ni creíbles (continúo hablando de James Bond). Y todo con el fin de escapar de las situaciones auténticas de la vida como sí que se ven en películas como… (dejo aqui unos puntos suspensivos para que cada uno y cada una imagine lo que quiera).
No os creáis que James Bond es lo único que existe en el cine. Hace poco salió por Internet algo que llamó mucho la atención( me refiero a “El Caballero de la Rosa” por ejemplo) y todos vieron que se puede hacer una película que no tiene que seguir la línea de James Bond (!y seguimos con la “matraca” de James Bond!). Parece increíble pero es verdad.
Así que cuando te vengan a hablar de cine atrévete a decir NO a las estrambóticas y estrafalarias escenas de James Bond y disfruta de aventuras como la de “El Caballero de la Rosa”. He dicho.