En ese espacio de los “otros” los niños representan un estado de especial ser en la vida. Están ahí en un generoso alarde de existencia contínua. Son rigurosos con lomás mínimo y cuando demuestran afecto “es el AFECTO”. Siempre he creído que poseen una sabiduría original, que se mueven con la intuición y cuando creemos que han atravesado la frontera de la infancia…lo que hacen es abandonar, en su jardín secreto, todos los primeros pasos de su vida.
3 comentarios sobre “Hojas del Cuaderno de Otoño”
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La infancia siempre es y seguirá siendo el jardín de nuestros propios misterios. Después se abre la puerta y salimos al espacio… pero la infancia es nuestro más seguro refugio. Afectos que nacen y crecen y luego nos apoyan para saber que cuando fuimos niños, como todos los niños, fuimos más sabios que nunca.
Estoy completamente de acuerdo con tus palabras,los niños son sabios,demasiado y hay veces que esos “otros” cortan y destrozan ese tu preciado jardín quizá pensando que los niños no se dan cuenta.Los niños serán los adultos que su entorno les conceda ser.No sé creo que me he liado un poco y no tiene mucho que ver el comentario…bueno un besito grekosay y ;)espero haberme explicado 😉
De niños se devora la vida, cuando eres adulto la vida te devora a ti.
Besos Grekosay