Acostados , abrazados
Tumbados , recostados .
Junto a mi cuerpo
Y entre mis brazos
Tengo al hombre con el que soñé .
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A veces
este pobre cuerpo,
este cuerpo que nació para sentir
y ser sentido,
se vuelve piedra, sólo piedra.
A veces
este niño siempre
deja de ser niño, deja de ser siempre,
y crece,
crece desaforadamente,
y se le escurren los sueños,
y se le cierran las alas,
y se hace hombre,
vencido hombre,
y los pies se le clavan en el suelo.
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La enorme ventaja de “ser” es atravesar muchos senderos, descubrir la sabiduría de cada instante y escribir…tan bien como tú lo haces. Un bellísimo poema, sincero y abierto a la experiencia de los dias y las horas.
Me gustó mucho. En la vida estamos en constante cambio y uno nunca acaba de avergonzarse de como era hace algún tiempo… lo que quiere decir que de nada hay que avegonzarse. Un saludoo!