Supero la Matrícula de Honor. Hoy me valoro 13. El número 13 siempre me ha favorecido porque no soy de esos supersticiosos que se llenan de escrúpulos y de miedos cuando se examinan en 13 y martes. Ni 13 y martes ni leches en vinagre. Recuerdo los 13 y martes del Instituto Ramiro de Maeztu. Iba allí sin ninguna clase de temor. El 13 y martes era como el 13 y domingo por ejemplo. O sea, un día de fiesta para mí. Y aprobaba todas las asignaturas como hoy sigo aprobando todas las materias. Cosas del Espíritu nada más.