En el décimo piso había un póster acrílico en la pared del pasillo, junto a la puerta de entrada a la Gran Sala Azul. Un póster de Herman Melville asomado a un puente, con una frase célebre del escritor neoyorkino: “El mundo es tan joven hoy como en el instante en que fue creado. La trillonésima parte de cuanto hay que vivir y decir no lo ha vivido ni dicho nadie todavía”…