LA ABOMINACIÓN

No se como es que me convencieron de ir. Fue un descuido imperdonable, un error inmenso, del que me arrepentiré seguramente por lo que me queda de vida. Nunca podre olvidar las cosas que vi ese día.

Ante mi estaba una cosa espeluznante. Era una bestia indescriptible. Fue un accidente haber llegado a ese lugar. Supongo que era una especia de rito de iniciación. Y la parte principal era estar ahí. Mis compañeros huyeron en cuanto la abominación apareció, dejándome a mi suerte ahí, solo.

La creatura era espeluznante. Cubierta de pelo y traía encima unos pedazos de tela manchados de cosas que solo podían ser vísceras de pobres animales que habrían sido su comida. Su mirada parecía perdida, pero a la vez se le notaba una ferocidad mas allá de cualquier depredador, vivo o extinto. Y apestaba tremendamente.

Súbitamente, estaba comiendo. Había un plato ahí, y comenzó a sorber el líquido grasoso que contenía. Y cada que lo hacía, derramaba por los lados mucho de ese elixir maligno. Salpicaba todo, hasta el suelo. Incluso a mi me cayó bastante de la sustancia esa.

Sus reacciones cambiaban, pero algo era seguro: esa abominación disfrutaba tragando ese preparado. Sus ojos casi se salían de las orbitas mientras se lo acababa. Moqueaba asquerosamente, y de repente tosía, salpicándolo todo a su alrededor.

Fue entonces que la abominación hizo lo mas aterrador. Agarro el pedazo de carne que estaba en el plato, y comenzó a mordisquearlo y comerlo. Nunca había visto nada parecido. Era como ver a un demonio devorar el alma de un pobre pecador en el infierno. Mordida a mordida. Parecía que su vida dependía de acabarse ese pobre pedazo de carne. No parpadeaba, y babeaba de manera asquerosa mientras deglutía. Salpicaba todo a su alrededor. Y los trapos esos que traia encima quedaron más sucios de lo que estaban.

Aguante lo mas que pude ese espectáculo, pero de repente la abominación me sorprendió. ¡Podia hablar! Y sus palabras, que parecían de un autentico ser del inframundo, me hicieron salir huyendo, como si mi vida dependiera de ello. No podría soportar estar ahi mas.

Dijo, claramente, “¡SEÑORITA! ¡TRAIGAME OTRO CALDO DE POLLO PORQUE ME TENGO QUE REGRESAR A LA OBRA O EL INGENIERO ME MATAAAA!”.

6 comentarios sobre “LA ABOMINACIÓN”

  1. Muy bien llevado el hilván de tu costura del texto, nos has tenido en vilo hasta el final. Mas al fin no era mas que una de tantas personas, carentes de civismo y pulcritud, a la hora de sentarse a comer a la mesa en sociedad. Me ha gustado la idea y el desarrollo de esta.

    Un saludo.

  2. Parece un comentario algo pijo y snob, supongo que no estarás acostumbrado a ver la variadísisima fauna que se nos presenta en las grandes ciudades.
    Si eso te flipa espera a darte una vuelta por ahí. Vas a flipar.
    Final algo precedible (en cuanto que cómico) pero muy resultón. Un saludico.

  3. bueeeno míralo por el lado positivo al menos se dirigió a la camarera como señorita y no como tú o chocho, creeme se han dado casos…jajjaa muy divertido el relato.Un saludo

  4. Otra historia bien contada
    (Que se cuiden los escritores de tara-novelas)

    Con el clásico final sorpresa como toda buena historia (no será un Alfred Hitchcock, pero si tiene suspense)

    Al final de la historia no pude evitar recordar ese viejo chiste de la pareja que se le ocurrió cruzar por el Cementerio pasada la Media noche como un Atajo (que no saben de otros atajos menos macabros?) y se escucho unos quejidos y alaridos de lo mas tenebrosos provenientes literalmente de entre las Tumbas aledañas

    Una vez aterrados (y como no) la pareja se arma de valor y el muchacho Pregunta con voz temblorosa…. que deseas OH alma en pena…..

    Y se oye una voz aun más temblorosa, grave y aguardentosa respondiéndole

    Un PAPEEEEEEEL……..

    PD: en cuanto a Educación en la mesa…. La mayoría de los Maestros de la construcción así como los trabajadores de Carga y descarga de mercancías en los mercados o muelles tienen esos finos modales a la hora de literalmente TRAGAR y DEGLUTIR los tan necesarios Alimentos para continuar tan ardua tareas
    (Y eso que era caldo de pollo, imaginen como se verían comiendo Tacos, o Tortas)

    Una Verdad-Romántica
    Crisantemo-Azul

Deja una respuesta