La ciudad…
grandiosa,
hermosa,
llena de lujuria.
Sus callejuelas…
estrechas,
maltrechas,
laberintos de pasiones.
Sus canales…
trnasitados,
recónditos,
lúgubres,
testigos mudos
de amores,
desamores
y adulterios.
Las máscaras…
señas de identidad,
arma de seducción,
anonimato
y consumación del amor.
Sus gentes…
Maquiavelo,
Cassanova
y tantos otros
vividores de pasiones.
¿Qué tiene Venecia que a todos enamora?
En los tiempos actuales, de día, muchos desconchones.
Pero de noche… magia pura.
Un beso, Wersemei.