Quizá pudiera entenderlo mucho tiempo después,
cuando su vida ya había tomado el rumbo de las
vitrinas adornadas por palabras a la venta.
Quizá porque ahora deambulaba sola, con el corazón lleno de escombros,
y un sombrero que le coloreaba las sombras.
No entendía la matemática de su tiempo ni la lógica de su vida.
Quizá nunca entendería por qué había llegado hasta ahí.
Y la noche, perdida en los agravios de un loco, se demoraba insolente.
Algunas lágrimas cruzaron la calle cual si fuese una fiesta –esperaban el escándalo- pero sus gotas de tiempo se disfrazaron de casualidad, de indiferencia, de azar.
Se disfrazaron con desteñidos disfraces azules, inmensos como el mar y la mentira.
Cuando halló en el horizonte de incertidumbre las luces apagadas de un sueño sin soñar, se tropezó con los huesos de caricias pegajosas, derretidas sobre la madera de su árbol.
Había olvidado las fiestas del ascensor, de la sagaz continuidad de una máquina que adornaba su pasado psicodélico.
Atrás quedó el sonido de las olas, sacudiéndose contra las rocas del infierno, escondidas bajo el manto de la noche pestilente. Bajo el secreto de un timbre adorado que nunca dejaba de sonar.
Luego el silencio formó un paréntesis con razón, pero sin razón alguna. Trepó hasta el inconciente, vomitó verdades que ya no eran más que obsoletos predicados; saboreó el rencor de una mirada sin prisa, que se acurrucaba para no perderse. Pero siempre pareciéndose a la mentira.
Intentó unirse con aquella que era antes, encontrarla en una causa compartida, invitarla con un vaso de sorpresas con hielo, pero sólo pudo reencontrarse con una guerra que la había aniquilado mil veces y sin querer aún seguía viva. Pero el arte del momento no permitió ni trucos ni malabares.
La belleza de su paz era aún mucho peor que mi guerra.
Saludos:
¡Qué buen texto! densidad por doquier. En este tipo de textos literarios encuentro una pluridimensionalidad de o que somos, sentimos, expresamos, soñamos, creamos y en lo que creemos….aquí raquida la importancia de una “trascendencia en la palabra”. Una bellísima y atronadora creación. Saludos y gracias.