Dadme palabras, palabras que alimenten
como sucedáneos de pan, del vino, del sexo.
En la corriente del existir darme palabras
y haré poemas inútiles como actos no válidos
e intrinsecamente impuros.
Se mató al cordero, una vez más, y todo fue fiesta.
¡Dadme palabras que alimenten el curso
de la vidas previsibles!
No puedo ser nadie sin nada, pues todo se evalúa,
y es considerado desde la intrínseca constancia de
lo material.
¡A mas que se agotaron en un discurso de calma!
La inútil poesía es poderosa.
¡Vanidad que utliza la nostalgia par ahacer de un acto,
de un gesto, de un símbolo el orgullo de la masacre!
Un día hable de las Selvas y de sus Vírgenes quemadas.
Hoy, la poesía se escucha en los pasillos acompañada
de ritmos y pantalones extremamente amplios…
¿Dónde encontrar el sosiego a lo que fue?
En mi ignorancia…prefiero callar y soñar con el desierto.