Lo que allí ocurriría a partir de ese instante no tenía cabida en la mente de ninguno de ellos.

Alberto y Ana se separaron de aquel largo y cálido beso, dirigieron la vista hacia donde estaban sus amigos y atónitos veían como ellos gesticulaban y se mostraban nerviosos.
_ ¿ qué ocurre?_ gritaban….pero ninguno les contestaba, parecía que estaban en otra dimensión, en otro espacio.
Fue tan solo un instante, duró menos de un segundo pero los vio, Guillermo dijo:
_Allí…¡Allí están¡…pero ¿qué hacen?_ los demás miraron hacia donde señalaba Guillermo, no vieron nada, al instante otro gran trueno resonó y un rayo cayó cercano. A los ojos de Guille la imagen de de Alberto y Ana se diluyó como si de un holograma se tratase.

La pareja estaba allí pero en otra dimensión, la tormenta los transportó,( no ere esta una tormenta cualquiera, llegó de improvisto y se iría con la misma rapidez).
Ellos veían al grupito de amigos , era la fuerza de sus ojos lo que les confería ese poder, en cambio a ellos no los podía ver nadie, se sentían livianos, ligeros.

El novio de Ana se acercaba irremediablemente al lugar, sus amigos se veían en el dilema de qué decirle, donde se hallaba, adonde fue …no lo sabrían responder, la tormenta se hacía cada vez más fuerte y la pareja no aparecía.
Decidieron ponerse por la labor de buscarlos antes de que llegara el novio pero …¿Dónde? Y si llamaban a la policía les tratarían de locos.

No, no podía ser…aquello no podía estar sucediendo…se dijo a sí mismo Guillermo, esa sensación de déjà vu le era familiar, le dolía recordar y sintió miedo, no dijo nada para no preocupar a los demás pero estaría atento. El asunto estaba tomando un rumbo desconocido para todos excepto para El.
No hay que olvidar que solo Guillermo vio la imagen de la pareja.