Esta es la historia real de una Princesa joven, linda y hermosa, de ojos profundos de color azabache que tuvo la aventurosa ventura de casarse con un Poeta. Y sucedió que el Poeta la soñaba aún más hermosa todavía. El Poeta la soñaba como la más hermosa estrella de los cielos y… por eso… se quedó soñando…
!Aquella era la ocasión propicia! pensó entonces el famoso y guapo Doctorcito Morales, recién inaugurada su licenciatura en Psicoanalísis Médica, muy experto en teorias psicológicas y psiquiátrica quie, apoyado en la oscuridad de las tinieblas religiosas por la Señora De Loyza (muy lozana ella aunque no tanto), junto con la también muy religiosa Hermana de la Señora De Loyza (muy libertaria ella aunque no tan lozana como su hermana) y el muy religioso apoyo de los Hermanos Paredes (muy caritativos ellos con tal de ascender al cargo de Ilustres Ancianos de la Caridad)…
!Aquella era la ocasión propicia que el Doctorcito Morales, con tales ayudas que tenían relaciones nacionales e internacionales en más de medio mundo, decidió atacar para robársela al Poeta!.
Así que estando Azabache triste porque su esposo el poeta no despertaba del profundo sueño, pidió audiencia al Diablo para presentarse ante ella.
– Hola, muy buenos dias Princesa, cada día estás más hermosa.
Ella le miró ensimismada. “!Qué guapo y galán caballero este famoso Doctorcito”! pensó olvidando al Poeta que estaba profundamente soñando que era cada vez más bella.
– !Te ofrezco un futuro de viajes interminables, al lado de mi gran persona, porque has de saber que tengo escrito en las palmas de mi mano que alcanzaré la gloria del Nobel de Medicina y tú te sentirás orgullosa de tener un esposo Nobel, un esposo modelo que, además, conoce y tiene el apoyo de toda la Familia Religiosa Loyza y toda la Familia Religiosa Paredes!.
– Pero yo soy una mujer casada… -suspiró la Princesa Azabache.
– !Déjale por mí!. ¿No ves que sólo es um loco Poeta que sueña con no sé qué ideales de Felicidad que el pregona que empiezam por Fe!.
Azabache dejó que las lindas palabras del galám y guapo caballero Morales, apoyado por la inquina de las palabras de los muy religiosos Loyza y los no menos religiosos Paredes penetraran en su corazón.
– !Eres guapo y hermoso y millonario!. ¿Eres una oportunidad de Dios?.
– Para que sepas que sí soy una oportunidad de Dios vamos a llamar a las Dos Hermanas Loyza y a los Tres Hermanos Paredes.
Dicho y hecho. El doctorcito Morales llamó a las muy religiosas raposas Loyza y a los muy religiosos viejos topos Paredes y, junto con ella, quedaron para comer una suculenta parrillada bajo la luna y las estrellas. Una de aquella enormes parrilladas que el Poeta, pobre de solemnidad por habérselo todo a ella, nunca podría conseguir invitarla.
En medio de la noche, cuando ya la espléndida comida acompañada de champán francés y dulces de todos los colores iba a comenzar, Azabache miró a los cielos. Allí estaba solo el Poeta. Solo y jugando con la Osita de la Osa Menor (la Osa Mayor era inalcanzabale para sus vacíos bolsillos) y lo vio dormido y soñando… ¿con qué soñaría tanto su esposo El Poeta?. ¿Por qué no despertaba nunca el anónimo Poeta que estaba soñando con hacerla todavía más bella mientras, en la Tierra, bien puestos los pies sobre la Tierra y aprovechando la ausencia del valiente Poeta, la labor de las raposas Hermanas Loyza y la labor de los viejos topos Hermanos Paredes comenzaron a apoyar las diabólicas intenciones del Doctorcito Morales, el guapo donjuán que tanto merodeaba a las Princesa solitarias?. Y le vio. Pensó en él. Y pensó… “¿Es pobre sólo por mi culpa?”.
Pero el Doctorcito Morales, que era un gran conocedor de las psicologías masculinas y femeninas o al menos eso era lo que predicaba él y lo que predicaban de él las raposas Hermanas Loyza y los topos Hermanos Paredes comenzaron a lisonjear las lindas orejas de la bella Princesa Azabache.
– !Mira como te ves!. !Arruinada tú que eres la más hermosa de las mujeres! -le dijo la Señora Loyza.
– !Si!. !Y además seguro que está soñando con otras mujeres distintas a tí! -le dijo la aún más raposa Hermana de la Señora Loyza.
– ¿No ves que tan egoísta es que quiere brindarte sólo un pedazo de cielo nada más?. ¿Tú crees que un hombre de verdad puede ser alguien que sólo te puede brindar un pedazo de cielo nada mas?. !!Un simple espacio de cielo para una Princesa como tú!! -afirmó el Gran Religioso Toño Paredes, lojano de pura cepa, carpintero como San José e ilustre Anciano de todos los Saberes del Amor.
Intervino entonces el taimado Galo Paredes -!Qué vida más desgraciada te va a dar un hombre que sólo es Poeta!.
La Princesa Azabache sabía que se había arruinado sólo por ella y que era Poeta del Cielo sólo por ella y que sólo por ella había abandonado su Patria… su querida España… y sin embargo abría sus lindas orejas para escuchar los preciosos halagos del guapo Doctorcito Morales.
– ¿Verás que bien lo vas a pasar conmigo en lujosos yates por las famosas Islas Galápagos?. ¿Acaso ese egoista y pobretón Poeta de los Cielos tiene tan siquiera el detalle de regalarte un fabuloso viaje a las Islas Galápagos?. ¿Qué te regala?. Solo flores… únicamente flores que arranca de los campos porque no tiene dinero para comprar un simple ramo de violetas en cualquier floristería. !Conmigo tendrás todas los ramos de flores que desees!. !Conmigo serás elevada a la categoía de Reina y no sólo Princesa, conmigo subiras a los altares del Señor!. !Conmigo serás una verdadera estrella del cine, de la televisión, del mundo de las modelos más lujosas del planeta! !Y todo ello Gracias a Dios!. Porque… ¿crees tú que Dios puede bendecir a un Poeta bohemio que sólo sabe soñar con hacert una estrella del cielo?. ¿No lo ves?. ¿No ves que no tiene carácter nada más que para jugar con la Osita Menor?.
Azabache cayó en la trampa. !Que regalada vida tendría al lado de aquel bello, hermoso, galán y suprereligioso Doctoecito Morales apoyado por las superreligiosas Loyza y los superrelegiosos Paredes!. Miró de nuevo al cielo. !Allí seguía el simple y sencillo Poeta, vagamundo por culpa de ella o gracias a ella según se mirase el asunto, dormido y soñando con hacerla cada vez más bella!.
– ¿Por qué no despiertas Poeta?. ¿Por qué no despiertas?. !Que pésima vida me has dado, qué vida más desgraciada llevo contigo, que infeliz soy a tu lado!. Miró al cielo y sólo vio su sonrisa bohemia. Nada más qwue su sonrisa porque todo lo demás ya se lo había dado a ella, ya no tenía absolutamente nada que le perteneciese a él… incluso la poesía se la había regalado a ella y solo era “un agujero negro” en el espacio interestelar, vacío, sin mas contendio que su Gran Sueño pero con la energía más poderosa que un hombre pudiera poseeer, la enorme energía del Espíritu Santo…
-¿Por qué no despiertas Poeta para decirme si es verdad o mentira lo que dice el Doctorcito Morales y confirman las muy religiosas Hermanas Loyza y los muy religiosos Hermanos Paredes?.
– !Es verdad que soy una desgraciada!.
– !!Tú lo has dicho -tronó la Verdad de Dios en medio de la oscura noche- eres una desgraciada ingrata porque has de saber que muchos serán los que en mi nombre te hablarán memtiras, ladinas mentiras de raposas superreligosos y viejos topos surperreligiosos- !Así quie yo te digo, y en verdad te digo, que si no le amas y te sientes tan desdichada junto a él porque no tiene nada más que su Gran Sueño para ofrecerte y alguna amapola cortada de los sencillos campos del pueblo sencillo, !apártate de él y déjale seguir soñando!…
– !Hagan el favor de no molestarla más, cobardes e hipócritas de la Religión! -apareció en ese momento, en mitad de la opípara cena bajo la estrellas, la madre del Poeta- que mi hijo fue capaz de dejarme a mi por ella, cosa que ninguno de ustedes, míseros varones religiosos ni ninguna de ustedes miserables mujeres religiosas serían capaces de hcaer. Y tú Doctorcito Morales yo te aseguro que engañarás a una inocente mujer, te casarás con ella y a los pocos meses después la abandonarás y que ahora sólo eres un cobarde que está abusando de su ausencia. Pero si alguien quiere saber cómo es el… ¿por qué no me preguntan amí?. Y tú… Princesa Azabache… por muy Princesa Azabache que seas, por muy linda y hermosa que seas, por mucho que le hayas aruinado sin a él importarle y aunque vayas proclamando que es un egoísta por un simple par de euros que le reglas como se le regala a un perro… y por mucho que te haya preferido a ti antes que a mi… yo te dio que mi hijo, el úico de mis hijos que mostrado amor a Dios de verdad y verdadero amor a su padre y a mi, el único de mis hijos que ha mostrado valentía dde hombre de verdad, busca el compañerismo pero no lo mendiga nunca; se ecuentra la amistad pero no la memdiga nucna y le sorprendió tu amor pero no te lo va a mendigar nunca. Así que en vez de hablar que eres tam desgrciada por culpa de que él te sueña cada vez más hermosa… !porque no te vas de ua vez y para siempre de su lado!.
Y la madre del Poeta murió lentantemente como antes había muerto el padre del Poeta.
– !En verdad te digo -retumbó la voz de Jesucristo- que eres realmente desgraciada pero de lo desagradecida que eres. Él te amó cuando todos se reían de ti. Él te amó cudo todos se burlaban de ti. Él te amó, rechazando a miles de mujeres hermosas, cuando hasta todos los miembros de tu propia familia te rechazaban a ti. El te amó pera con su Gran Sueoo, convetirte en la Mujer más Hermosa de la Tierra cuando todos te abandonaron a ti. Él te amó tanto que te dió las dos Princesitas más hermosas que tú jamás hubieses podido tener con ningúm otro hombre… así que ya deja de ser tan desgraciada que él te da la libertad para que te vayas a la cama que más desees… incluso te deja libre para te vayas a la cama del Gran Emiliano El Déspota, su propio y ruñin hermano. Y por eso, porque lo dejó todo para seguirte a ti cuando todos te despreciaban, es por lo que es mi Hermano más querido. Así que vete a la cama que más desees y, ahora que él te ha convertido en la Mujer más Hermosa de la Tierra, vete a la cama con quien libremente desees. Que él jamás mendigará ni tan siquiera un gramo de tu amor a pesar de todo lo que ha hecho por ti.
Azabache quedó sin habla. En silencio se fue a su solitaria cama, cerró su ojos y quedó dormida. El Poeta bajó de las estrellas, dio un beso en los labios rojos de Azabache y se quedó soñando a su lado… convirtiéndola cada vez más en una mujer más hermosa y dejando en la almohada, junto a su cabello negro y mineral una hermosa amapola roja del campo, se quedó soñándola todavía más hermosa, con los ojos abiertos, la sonrisa bohemia y hablando, con voz muy baja, con el mismísimo Jeuscristo. Sólo estaba pidiendo el Milagro 16-18 para ella y no para él.