La última hora

Hace una horas consumí mi último aliento.
Y no tengom manos que me auxilien.
No tengo palabras que alivien mi dolor.
Mi alrededor es un paraje hostil en el que las cosas no son lo que deberían ser
y las personas que me rodean son para mi pistolas cargadas con una sola bala.
Juego a esa ruleta rusa cada día, con cada persona, mermando paulatinamente mi fuerza, mi aguante; aumentando esa agonía, esa incertidumbre por un futuro totalmente incierto y ciertamente doloroso.
Regalé mi ser y me lo han devuelto destrozado.
La gente lo pisa, lo desprecia, lo maltrata sin miramientos. Solo importa el interés propio.

Y yo me he agarrado a esas personas como a una tabla de madera en mitad del océano. Pero esa tabla resultó ser demasiado débil para soportar mi peso, aunque aparentemente parecía robusta y segura, lo que me resultó esperanzador.
Ahora, pataleo en mitad del mar hasta que los calambres que origine mi intento desesperado en mis piernas y brazos sean tales que no pueda seguir el ritmo y las olas, en su afán por superar su belleza y magnitud, me parezcan imposibles y sucumba a su zarandeo.
Aunque grite, nadie acudirá a mi auxilio en mitad del desierto. Tan solo un trío de carroñeros se interesarán por mi, y velarán mi fin.
Cuando yago desnuda ante los ojos de alguien, no se percata de los golpes, las fracturas, de las heridas tan profundas que me atraviesan de lado a lado ¿soy tan insignificante ante sus ojos? ¿o son ciegos los ojos de los que me observan? Dudo de ambas coas, puesto que no puedo imaginar ser más ciego que el que no quiere ver.
Ahora, lo único que necesito es que exista un grito tan grande que sea capaz de arrancar de mis entrañas ese monstruo que vive aferrado a mi y que se alimenta de esperanza, ilusión, sueño, deseo… A día de hoy, ese bicho me saca 5 cabezas, y yo, insignificante de mi ante su evergadura, solo dispongo de mi persona para luchar, para salvar una vida que quizá no merezca la pena ser salvada.
La batalla está perdida. Lo sé, de verdad. Solo queda esperar ese último golpe certero…


5 comentarios sobre “La última hora”

  1. Hola, no te conozco, pero creo que eres una persona sensible cargada de penas y desencuentros. De tu escritura deduzco que eres un corazón sensible como la mayoría de los que nos dejamos ver por Vorem. Esto de la escritura es una manera perfecta de soltar lastre, cosa que te hace mucha falta, ademas lo estas soltando en un buen sitio, que está lleno de amigos con los que puedes contar. Si lo necesitas puedes contar conmigo como el primero. Se que a veces las personas nos sentimos abandonadas a nuestra soledad, y despreciadas por la sociedad y los demás, pero esto no es así. Se que es difícil creerlo pero siempre llevas alguien detrás que vela y padece por tí cuando te sientes mal aunque esto no sea capaz de mitigar tu tristeza. Pero yo te digo: compañer@ sigue adelante pues aunque te cueste creerlo el mundo necesita de ti .
    Un muy afectuoso abrazo, y espero seguir leyéndote, pero preferiblemente con un espiritu mas risueño.

    Un saludo amig@.

  2. Cuando alguien querido nos traiciona, el dolor es tan profundo que cuesta respirar…. cuesta volver a creer en las personas…. cuesta mucho. Espero que el tiempo nos cure la herida tan profunda que nos dejan. Ánimo Juliet no pierdas la esperanza, seguro que habrá alguien que valore tus sentimientos y te quiera como mereces. Un abrazo.

  3. Nunca des la batalla por perdida Juliet. Hoy se ve que estás atravesando ese desierto que a veces nos ahoga en la vida pero ten fe en tu futuro. Más allá de la tristeza pasajera estoy seguro de que te vendrán días de luz y de alegría. Adelante Juliet. No te derrumbes. Hay un poema de un poeta argentino cuyo seudónimo es Almafuerte que dice así:

    Si te postran diez veces te levantas
    otras otras cien otras quinientas
    no ha de ser tu caídas tan violentas
    ni por ley han de ser tantas.

    !Fuerza Juliet!. La vida te está esperando con todo su esplendor. Un abrazote vorémico y sigue escribiendo. En Vorem te valoramos y estamos contigo.

  4. Juliet,piensa que el sufrimiento nos abre puertas mágicas, que de otro modo no conoceriamos, busca en tu interior y disfrutate ya que eres capaz de sentir como pocos seres, les da miedo. Si tienes que comenzar de cero eres muy capaz y con un retroceso cogemos carrerilla para el gran salto hacia nuestro propio entendimiento, nunca te arrepientas de dar amor, que con ello creces. un besazo, espero leerte pronto, por cierto no estas sola tienes una amiga Alicia osea yo.

  5. Hola Juliet, solo puedo decirte que me siento identificado una vez más al 100% con tu texto, yo percibo lo mismo, tal cual,parecemos almas gemelas, como somos así el problema es que nos paramos a pensar y todo lo vemos por encima de nosotros posiblemente, pero eso no es real, me doy cuenta despues de meditar que aunque despues de leerme el libro “el caballero de la armadura oxidada” que aprovecho para recomendarte, nosotros tenemos una coraza que nos hace ser pequeños y no sacar la grandeza que llevamos dentro, sinceramente yo no puedo sacarla, espero poder, yo me he sentido muchas veces, continuamente con la batalla perdida, pero quiero pensar que hay luz que el tiempo nos hará ser felices y cuando eso pase disdrutar por todo lo que padecemos.
    Quizá nosotros tenemos una sensibilidad que la gente no tiene, como si fuera un sexto sentido, una cosa positiva pero que hace sufrir enormemente.
    Estamos incómodos continuamente , sufriendo, nos sentimos frios, vacios siempre, inseguros y un largo triste etc.
    Yo quiero pensar que lo conseguiremos, que el monstruo se irá pero cada vez me quedan menos fuerzas.
    Estoy harto!!!!

    Un abrazo muy fuerte.

Deja una respuesta