La noche del Tesauro (9): Novela

Llegaron al King’s Cottage. Paúl subió a su habitación con enormes deseos de dormir… pero no podía conciliar el sueño. Recordó los acontecimientos del día de manera conturbadora. Se levantó de la cama, tomó una pastilla e intentó comenzar a dormir. Nada. No podía. Se volvió a levantar. Bajó al vestíbulo y allí hojeó lentamente el libro de Goytisolo que se había traído de la Biblioteca. Después recordó nuevamente la Invitación al Salón Tesauro del extraño anciano Manésh. Miró la parte trasera de la cartulina. Allí seguían los dos cuartetos que le hablaban de un cosmos por recorrer. Y de nuevo el número 12 penetró en su conciencia cuando observó que aquellos cuartetos estaban compuestos de versos dodecasílabos. ¿Qué significado esencial tenía ahora el número 12 en su vida?. Aquel número le tenía inquieto.

Miró el reloj. Eran las 12 de la noche. Entonces quedó dormitando pensando en el frutero de la calle donde había vivido su infancia; en la alcantarilla de la calle donde había vivido su infancia; en el perro blanco (de plata parecía) de la calle donde había vivido su infancia…

Como no podía conciliar el sueño y esto le había puesto de mal humor, bajó al piso de abajo y se acercó a la recepción del King’s Cottage. Allí estaba el conserje dormitando sobre el mostrador. Éste despertó dando un respingo.

– ¿Hay algo para mí?.
– Sí. Hay algo para usted.

El conserje recepcionista le entregó una carta. !Era la letra de Bianca!. Hacía cinco meses que había desaparecido de su vida y de la vida de su familia y amigos. Ahora tenía la obligación perentoria de encontrarla. Ella era importantísima para él. Abrió lentamente el sobre…

Tembándole el pulso leyó la pequeña nota escrita:

“Querido Paúl; después de este largo aislamiento por fin puedo saber de tu nueva dirección gracias a nuestro amigo Peter. Te pido disculpas por este prolongado silencio y por no haber acudido a nuestra cita de hace cinco meses; pero ocurrieron graves sucesos y ahora tengo que estar escondida porque mi vida corre peligro. Por favor, no intentes encontrarme. Si todo sale bien, dentro de una semana podré estar preparada para vernos en el Memory Park, allí dónde acuden los desorientados para recobrar la memoria. Te amo mucho. Bianca”.

¿Qué era todo aquello?. ¿La última pesadilla de la noche?. No. No estaba dispuesto a esperar cruzado de brazos una larga semana. Ahora dormiría plácidamente y mañana hablaría con Peter…

Deja una respuesta