Te perdí aquella tarde
cuando te vi partir.
Te vi marchar bajo la sombra
y supe que te perdí.
Parecías vestida de rencor
y yo de arapos desolados
y entonces te vi marchar y te perdí.
El Otoño llegó
como llegan las flores en Madrid
y el invierno enfrío la ciudad
y entonces supe que te perdí.
Nada era esperanza
tan solo huidas del miedo
y te vi marchar como marchan
las palomas que regresan a su hogar
Y te perdí.
Y bajo mi temple aguanto,
bajo mi memoria espero
y bajo mi llanto me escondo
al saber…que si..que te perdí.
Y los días continuaron
y el tren llegó a París
y tu en mi nombre hablaste de mi
y yo nisiquiera te oí …
porque te perdí.
Y hoy aun te busco,
y hoy aun eres tu,
la madre de mi vida
que un día se marchó
y yo…la perdí.